El euro cayó casi medio punto porcentual el viernes después de la publicación de datos que mostraron que el crecimiento económico en la región podría desacelerarse.
Contra el euro juega un descenso en la actividad empresarial en la eurozona. Además, la caída acelera la guerra comercial en curso. El crecimiento del sector privado en Alemania se ha desacelerado al nivel más bajo en los últimos cuatro años, ya que las exportaciones se han desplomado en la mayor economía de Europa. Todo esto será de interés para el BCE, que se espera que cierre su programa de compra de activos el próximo mes. Si agregamos aquí otra disputa presupuestaria con Roma, entonces la conclusión es la única, el ambiente para el euro se está volviendo más hostil.
La economía de la eurozona se ha debilitado significativamente en los últimos meses, y si esto no es una desaceleración temporal, entonces el BCE tendrá que seguir apegándose a la política monetaria expansiva. De los factores positivos para el euro y la libra, el principal es el borrador del acuerdo, que fue acordado por el Reino Unido y la Comisión Europea. Sin embargo, los líderes de la UE aún tienen que ratificar el acuerdo en la cumbre el domingo, y la primera ministra, Theresa May, tendrá que llevar a cabo un acuerdo a través de un parlamento británico profundamente dividido.
La debilidad del euro apoyó al dólar, que cayó durante dos sesiones comerciales consecutivas. Un mayor crecimiento de la moneda estadounidense está frenando el escepticismo creciente con respecto al ritmo de los aumentos de las tasas de interés en la Reserva Federal en el futuro. Lo más probable es que el dólar se mantenga en un rango estrecho en el período previo a una reunión entre los líderes estadounidenses y chinos en la cumbre del G20 en Argentina a fines de mes, y los mercados supervisarán cualquier señal de si aceptarán de-escalar una guerra comercial.
