La inflación disminuyó más de lo esperado en diciembre y estuvo más lejos de la meta del BCE, reforzando las previsiones de que las tasas de interés podrían no subir este año. Según Eurostat, los precios en la eurozona aumentaron en diciembre un 1.6 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado, abajo de 1.9 por ciento en noviembre. La inflación se vio limitada por una fuerte desaceleración en los precios de energía. La inesperada caída de la inflación por debajo de la meta del BCE complica los planes para un posible aumento en las tasas de interés. Recordemos, el regulador prometió en diciembre mantener las tasas a los niveles bajos históricos, al menos hasta el siguiente verano y no trató de cambiar las expectativas del mercado de que el primer aumento en las tasas de interés solo se ocurriría a inicios de 2020. Las cifras de diciembre reforzaron la visión de que no se espera que aumente este año.
Inmediatamente recuerdo la reciente declaración del funcionario del BCE, Benoit Coeure, que las tasas de interés seguirán bajas hasta que la inflación alcance su objetivo. Si bien no hay razón para esto. Si bien la reciente aceleración en el crecimiento de los salarios podría haber sido, los temores de que la inflación en el sector de la energía siga disminuyendo, es probable que la inflación general caiga a alrededor del 1 por ciento para mediados de año.
