Ahora, el dólar no mantendrá nada! En el primer trimestre, el crecimiento económico estadounidense se aceleró. El PIB subió un 3.2 por ciento año tras año, según lo informó el Ministerio de Comercio. El crecimiento fue impulsado por la creciente inversión pública, que compensó una fuerte desaceleración en el gasto comercial y del consumidor. El informe debe disipar las preocupaciones sobre la recesión causada por débiles datos económicos a finales de año. Los economistas habían pronosticado el crecimiento del PIB de 2 por ciento. En julio, la economía estadounidense celebró 10 años de continuo crecimiento. Sin embargo, es probable que la Fed ignore la subida y se centre en reducir la demanda doméstica, que subió solo 1.3 por ciento. Esta ha sido la tasa más baja desde el segundo trimestre de 2013, después de subir 2.6 por ciento en el cuarto trimestre. Aparentemente, la Fed no cambiará su solución para detener una campaña de tres años sobre la política de dinero y crédito.
Las exportaciones subieron y las importaciones bajaron, lo que resultó en un pequeño déficit de saldo. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China provocaron fuertes fluctuaciones en el déficit comercial, mientras que los exportadores e importadores intentan actuar de manera proactiva en el contexto de la guerra arancelaria entre los dos gigantes económicos. El gasto del consumidor, que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, se ha desacelerado. La moderación en el gasto reflejó una reducción en las compras de automóviles y otros bienes, que probablemente se deba a la detención del gobierno por 35 días. Los gastos comerciales se redujeron drásticamente con un aumento de solo 0.2 por ciento, que fue el más bajo desde el tercer trimestre de 2016. Los gastos se vieron limitados por los bajos costos de maquinaria agrícola y mobiliario de oficina.