La libra está anticipando uno de los eventos más importantes que determinan su dinámica adicional: la reunión del Banco de Inglaterra. Los expertos creen que en la situación actual, complicada por las consecuencias negativas de la pandemia de COVID-19, la libra no debería esperar noticias positivas.
Según los analistas, en el futuro cercano, ni la economía británica ni la moneda del Reino Unido deberían esperar una recuperación rápida. Muchos expertos predicen una disminución significativa de la libra a corto y mediano plazo.
Desde el comienzo de esta semana, la libra ha estado disminuyendo constantemente frente al dólar. Anteriormente, en la unión de abril y mayo, la libra esterlina se hundió bruscamente, perdiendo cerca de 80 puntos el viernes pasado y terminando en torno a 1.2508. El miércoles 6 de mayo, el par GBP/USD se cotiza cerca de 1.2377–1.2378, resistiendo activamente la presión a la baja.
El impulsor clave de la caída de la libra fue la información sobre la actividad manufacturera en el Reino Unido. Los datos decepcionantes de abril amortiguaron el optimismo sonrojado de los compradores de libras, prácticamente anulándolo.
Recordemos que el mes pasado, el índice de gestores de compra PMI para el sector manufacturero del Reino Unido cayó a 36,6 puntos, que es mucho más bajo que los 47,8 puntos registrados en marzo. Tal reducción crítica (por debajo de 50 puntos) indica una fuerte disminución en la actividad económica. La situación actual golpea el suelo debajo de los pies de la libra, bajando las cotizaciones de la GBP ya debilitadas.
La próxima reunión del Banco de Inglaterra se suma al estrés de la situación actual. Muchos esperan que el regulador extienda el programa de compra de bonos en £200 mil millones al menos hasta julio de 2020. Los traders también temen que el Banco de Inglaterra tenga que tomar medidas extremas, incluido el lanzamiento de un programa de estímulo monetario. Si este escenario se realiza, la presión sobre la libra aumentará significativamente, advierten los expertos.
En el futuro cercano, las preocupaciones sobre la recesión económica e inflacionaria en el Reino Unido, atormentadas por la lucha contra las consecuencias negativas de COVID-19, se intensificarán. Los participantes del mercado esperan un empeoramiento de la situación económica en el país. El sentimiento negativo se ve impulsado por los pronósticos sombríos sobre los datos de actividad en el sector de servicios del Reino Unido. Recordemos que esta industria representa aproximadamente el 80% del crecimiento económico nacional. Los expertos esperan un colapso de los indicadores a gran escala, que no agrega optimismo a la libra, llevando sus cotizaciones a la zona negativa.
La espada de Damocles colgando sobre la libra esterlina y amenazándolo con otra bajada sigue siendo una alta probabilidad del Brexit no persuadido. La semana pasada, los líderes de la UE declararon una vez más el hecho de que las negociaciones entre la Unión Europea y Gran Bretaña con respecto a la salida del país del Eurobloque han llegado a un punto muerto. Los expertos no excluyen que este proceso de "división" se convierta en un factor clave en la debilidad a largo plazo del GBP/USD, a pesar de la resistencia activa de la libra. Los analistas dicen que la libra esterlina se opone a la poderosa presión económica y política, pero a corto plazo, su debilitamiento aumentará.