Según la EIA, los planes de la OPEP deberían reducir el suministro mundial de petróleo, pero al mismo tiempo reactivar las perforaciones de esquisto en Estados Unidos.
El pasado 4 de marzo, la OPEP y sus aliados tuvieron una reunión, durante la cual los miembros decidieron mantener el volumen actual de producción de petróleo, al menos hasta abril. Dicho esto, Arabia Saudita también continuará con su recorte adicional de producción de 1 millón de bpd.
Estos recortes, junto con las interrupciones del suministro en los EE.UU., llevaron a una disminución significativa de las reservas mundiales de petróleo en febrero pasado. La EIA estima que la disminución es de alrededor de 3,7 millones de bpd, la mayor disminución mensual desde diciembre de 2002.
Y ahora, los futuros del Brent superaron brevemente los 70 dólares el barril, tras el anuncio de la decisión de la OPEP, así como el ataque a las instalaciones petroleras de Arabia Saudita.
Además, debido a la extensión de los recortes de producción, muchos asumen que incluso si la demanda de petróleo sigue creciendo, la oferta seguirá siendo limitada.
La EIA espera que esto apoye los precios del petróleo, al menos hasta fines de abril, ya que la OPEP puede comenzar a aumentar la producción en mayo.
Pero este pronóstico de la EIA tiene varias incertidumbres clave:
En primer lugar, la tasa de recuperación de la demanda real, basada en las tasas de vacunación contra el COVID-19 y la medida en que las condiciones de viaje y empleo están volviendo a los niveles anteriores a COVID, sigue siendo una incertidumbre importante del lado de la demanda.
Luego, la medida en que continuarán estos recortes de producción sigue siendo una fuente de incertidumbre del lado de la oferta, especialmente porque un aumento en los precios del petróleo convencerá a los miembros de la OPEP de acordar un aumento de producción en reuniones posteriores o de flexibilizar el cumplimiento del acuerdo existente.
Así que, a fines de 2021 y 2022, la EIA predice precios más bajos, aunque este pronóstico también depende de la producción de esquisto de EE.UU.
La EIA espera que la producción de petróleo en los EE.UU. sea de alrededor de 11,4 millones de bpd a partir de julio y, en 2022, crezca a 12,0 millones de barriles por día.
En resumen, si los precios del petróleo se mantienen en los niveles actuales, el aumento de la producción de los reservorios de EE. UU. conducirá a un aumento constante de la oferta mundial a principios de 2022. Sin embargo, es posible que los productores no estén usando el capital de la misma manera que lo hacían en el pasado, lo que agrega más incertidumbre a las previsiones de la EIA.
Al mismo tiempo, los altos precios están impulsando a la OPEP a relajar su objetivo si los países deciden aumentar la producción. Por lo tanto, cuanto más salten los precios del petróleo en el futuro, más presión ejercerán sobre las reducciones de precios.