Recientemente, el oro ha sido extremadamente volátil. En este contexto, los expertos han realizado pronósticos contradictorios a corto plazo. La mayoría de los analistas, sin embargo, dice que es poco probable que el metal precioso aumente en un futuro próximo. Se espera que el precio caiga por debajo de $1.700 para fines de marzo.
En cuanto a las perspectivas a largo plazo, se prevé que el oro se disparará. Es probable que esto suceda solo si el metal precioso conserva su posición actual, es decir, la consolidación dentro de una gran tendencia alcista. En tales circunstancias, el precio puede subir por encima de los $2.000.
Al mismo tiempo, los analistas financieros han estimado que esta marca no será el pico del oro. Asumen que el metal precioso se recuperará aún más. Hay varias razones para eso. En primer lugar, es la posibilidad de una caída en el precio de bitcoin. Si la burbuja estalla, la demanda de oro crecerá exponencialmente y esto a su vez provocará un salto sin precedentes en el precio del metal precioso.
El último, se trata de un fuerte aumento de la inflación global. Los expertos creen que los precios al consumidor seguirán aumentando en todo el mundo en los próximos años. Teniendo esto en cuenta, es probable que muchos inversores recurran al oro como red de seguridad. La demanda del refugio seguro provocará un aumento en su precio.