El comienzo de la semana fue relativamente positivo para la moneda británica, que se recuperó de los mínimos. La mejora en el sentimiento se debe al hecho de que Inglaterra comenzó a levantar sus restricciones de cuarentena el 12 de abril. Tal factor puede convertirse en un impulso para la recuperación de la libra en el futuro cercano. Aunque el Reino Unido seguirá cumpliendo con algunas regulaciones de cuarentena, la mayoría de las empresas de servicios comenzarán a operar en el país.
La mayor parte de la población en edad de trabajar está empleada en este sector, que se sabe que representa alrededor del 75% del PIB. En la exportación global de bienes y servicios, la participación de Gran Bretaña alcanza el 4,5%. Por tanto, la recuperación de este sector debería tener un impacto positivo en la recuperación del crecimiento de toda la economía del país.
La libra parece sobrevendida e infravalorada debido a la caída de la semana pasada en medio de temores de posibles interrupciones en el proceso de vacunación. La creciente preocupación en este contexto ha demostrado la sensibilidad de los mercados a la información sobre la pandemia y las vacunas contra el coronavirus.
Cabe recordar que el Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE) anunció los riesgos de una fuerte desaceleración en la tasa de vacunación en el país hasta finales de julio. Además, el regulador puede suspender el uso de AstraZeneca para menores de 30 años.
Sin embargo, las autoridades británicas dicen que la primera vacunación para toda la población adulta se ofrecerá antes de finales de julio.
Por otro lado, la información sobre desacuerdos comerciales con la UE podría ser la razón de la debilidad de la libra ayer. Un portavoz del primer ministro Boris Johnson dijo que la discusión con los representantes europeos tuvo algunos cambios positivos, sin embargo, siguen existiendo diferencias significativas sobre el protocolo de Irlanda del Norte. El mercado reaccionó lentamente, pero la libra se mantuvo cotizando en una zona positiva, aunque redujo sus tasas de crecimiento al final de la jornada del lunes.
El martes será el día más importante para los operadores de la libra debido a la publicación de importantes estadísticas tanto del Reino Unido como de EE. UU. Entre los datos del Reino Unido se encuentran los indicadores del PIB, la producción industrial y la actividad en el sector de servicios. Se espera que la producción manufacturera aumente un 0,5% en febrero después de haber disminuido un 1,5% el mes anterior. Cabe señalar que en términos anuales, este indicador se desplomó un 5,1% debido al impacto negativo de la pandemia.
Los datos relativamente positivos de febrero apoyaron la recuperación de la libra. La economía ganó un 0,4% después de contraerse un 2,2% en enero. La producción industrial aumentó un 1%, lo que es el doble de lo esperado. Es de destacar que ahora hay mayores expectativas de recuperación económica debido a las vacunas en el lado de los compradores de la libra.
El par GBP/USD continúa operando con un sesgo bajista. Sin embargo, las señales de la libra son inconsistentes. La presión sobre la libra puede aumentar. Los objetivos potenciales de los compradores se establecen en 1,3670, 1,3640. Los vendedores, a su vez, pueden llevar las cotizaciones a 1,3600.
El escenario alcista volverá a ser relevante en caso de una ruptura del nivel espejo de 1,3742. En este caso, los compradores llevarán el par a los niveles de 1,3760 y 1,3790 y luego subirán al nivel de 1,3800.
Quizás, la libra puede aumentar a 1,3850 al final de la semana. Un movimiento por encima de este nivel sugeriría una recuperación en el repunte alcista.
Mientras tanto, el dólar estadounidense no pudo romper la tendencia negativa al comienzo de la semana y se mantuvo cotizando contra una canasta de competidores en torno al mínimo local de la semana pasada (92,01). Hoy las negociaciones comenzaron con una tendencia positiva. Los analistas atribuyen la debilidad del dólar estadounidense a la estabilización del rendimiento de los bonos del gobierno estadounidense. Los rendimientos no están creciendo y la moneda estadounidense no tiene dónde ganar apoyo.
Además, la moneda especificada permanece bajo presión de las políticas estimulantes de la Fed y la Casa Blanca. El Banco Central de Estados Unidos no pierde la oportunidad de confirmar sus intenciones de mantener una política blanda hasta 2023, recomprando bonos por valor de 120.000 millones de dólares mensuales. El gobierno ha adoptado un plan de estímulo de 1,9 billones de dólares.
En términos del calendario económico, EE. UU. publicará los datos de inflación el martes y los datos de minoristas el jueves.
Se espera que los datos de inflación muestren una aceleración, sin embargo, el crecimiento de los rendimientos de los bonos del tesoro sigue siendo el principal soporte para el fortalecimiento del dólar.
Los analistas de UniCredit dijeron que si los nuevos datos no conducen a un aumento significativo en la rentabilidad a largo plazo, es poco probable que el dólar estadounidense vuelva a mostrar un crecimiento impresionante.
Tampoco esperan que el índice del dólar vuelva al nivel de 93,00.
