El oro cayó fuertemente el martes después de que los informes indicaran que el indice de confianza del consumidor en junio fue mejor de lo esperado. El Conference Board de EE. UU. dijo que el índice subió a 127,3 puntos, en lugar de solo 120 puntos. Estos sólidos datos hicieron subir el dólar, lo que en consecuencia empujó hacia abajo la demanda del metal amarillo.
Otro obstáculo para el oro es el creciente rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense.
Obviamente, estos no son los mejores momentos para el oro. Esto es evidente con la venta masiva que se produjo en el mercado la semana pasada, cuando la Reserva Federal dijo que podría haber dos subidas de tasas en 2023.
Un escenario similar puede volver a suceder esta semana porque el viernes, EE.UU. publicará sus últimos datos sobre empleo, que pueden registrar un aumento de 700.000 puestos de trabajo y una caída del 5,7% en la tasa de desempleo.
Pero los pronósticos de empleo a corto plazo muestran que aquellos que esperan un aumento de puestos de trabajo cayeron del 27,7% al 25,7%, mientras que los que esperan menos puestos de trabajo cayeron del 17,5% al 16%.
Las tasas de inflación real también permanecerán distorsionadas, lo que dificultará que la Fed calcule correctamente las expectativas de inflación.
Aparte de eso, también se debe monitorear el optimismo del consumidor, ya que es un indicador líder del crecimiento económico. Cuanto más optimistas sean los consumidores, más probabilidades habrá de que gasten dinero.