De acuerdo con TD Securities, a pesar de ser el peor mes en más de cuatro años, el oro es capaz de recuperar la mayor parte de sus pérdidas.
El metal precioso terminó la primera mitad del año de forma decepcionante. Los precios siguen estando por debajo del nivel circular de 1.800 dólares por onza.
La Reserva Federal desempeñó un papel importante en la inversión de las posiciones alcistas que se habían acumulado durante un par de meses: en abril y mayo.
La Fed sorprendió a los mercados al admitir una inflación superior a la prevista y anunciar sus previsiones de una doble subida de tasas en 2023.
Cuando el oro se desplomó hasta los 1.770 dólares la onza justamente después de la publicación de las previsiones económicas de junio del FOMC, el mercado se convirtió en un recordatorio aleccionador para los inversores y analistas de que el camino hacia nuevos máximos no puede ser fácil.
Pero los inversores en metales preciosos no deben renunciar al oro. Según TD Securities, como la Fed está centrada en alcanzar su objetivo de pleno empleo antes de subir las tasas, el oro aún tendrá tiempo de compensar sus pérdidas.
Con todo, hasta que se alcance el objetivo del pleno empleo falta mucho, la Fed debe mantener una política flexible.
En cuanto a la oferta, es probable que la demanda supere a la oferta, por lo que se producirá un aumento de los precios de todos los metales preciosos en su conjunto.