Como se esperaba, el par euro/dólar mostró ayer una mayor volatilidad. Inicialmente, el precio cayó al límite inferior del rango de 1,1750-1,1830, pero subió y superó el nivel de resistencia literalmente media hora más tarde, colocándose en medio de la figura 18. Los resultados de la reunión de julio no fueron de facto a favor de la moneda estadounidense, aunque el regulador expresó mensajes bastante "agresivos" y optimistas. Pero, en primer lugar, el mercado esperaba más: el dólar volvió a ser víctima de las expectativas infladas de los operadores. En segundo lugar, la Reserva Federal se limitó a dar declaraciones, mientras que los operadores estaban claramente esperando que fueran específicos en términos del momento de la reducción de la EC. Incluso la reunión "dura", a primera vista, no impresionó a los alcistas del dólar.
Así, ayer, los miembros de la Fed dejaron todos los parámetros de la política monetaria de la misma forma: la tasa de los fondos federales se mantuvo en el nivel de 0.00-0.25% y el volumen de la EC no ha cambiado: el regulador continuará comprando bonos del tesoro por $80 mil millones al mes y valores hipotecarios por $40 mil millones al mes.
Sin embargo, el enunciado de la declaración adjunta ha cambiado. En primer lugar, el Banco Central sorprendió a todos con la afirmación de que está viendo progreso en el avance hacia las metas de máximo empleo y estabilidad de precios, cuyo logro nos permitirá iniciar el "tapering". El término "tapering" se encuentra con frecuencia en los deportes y significa reducir la cantidad de carga después de un bloque de entrenamiento pesado. Aclarando la frase anterior, el regulador señaló que "los sectores más afectados por la pandemia han mostrado mejoría pero no se han recuperado del todo". La versión anterior de esta frase era la siguiente: "Los sectores más afectados por la pandemia siguen siendo débiles, pero han mostrado una mejora". En este contexto, la Reserva Federal aclaró ayer que las compras mensuales de activos se realizarán hasta que se avance de manera significativa hacia las metas de máximo empleo y estabilidad de precios. El banco central seguirá evaluando el progreso de la economía en las próximas reuniones.
Esto significa que, a pesar de un aumento significativo de la inflación y una mejora en la situación del mercado laboral de EE. UU., el regulador estadounidense no está listo para hablar sobre la finalización de la EC. El banco central continuará monitoreando la situación en la economía del país, tomando nota de la dinámica de los indicadores macroeconómicos clave.
El mercado reaccionó emocionalmente al cambio en el enunciado del comunicado final de la Fed. El par euro/dólar cayó al nivel de 1,1770, mientras que antes de que se anunciara el veredicto, el precio estaba en el nivel de 1,1840. Sin embargo, en media hora, desde el comienzo de la conferencia de prensa de Jerome Powell, los compradores EUR/USD comenzaron a recuperar sus posiciones perdidas.
El jefe de la Reserva Federal aumentó la presión sobre la moneda estadounidense. Admitió que el Banco Central estaba discutiendo opciones para cambiar el volumen de EC, evaluando el progreso hacia las condiciones necesarias para comenzar a reducir los incentivos. Pero al mismo tiempo, Powell no habló sobre ningún marco de tiempo específico: según él, el momento del colapso dependerá de los datos futuros. Además, expresó que la Fed notificará a los mercados con anticipación antes de realizar cambios de política. Este comentario redujo la probabilidad de que el regulador comience a reducir la EC este otoño (aunque muchos expertos, en particular, los estrategas cambiarios de Goldman Sachs, expresaron tales suposiciones).
En cuanto al destino de la tasa de interés, Jerome Powell expresó una posición inequívocamente "moderada". Dijo que la Reserva Federal definitivamente sigue muy lejos de subir las tasas, y por el momento este tema no se está considerando en absoluto. El titular de la Reserva Federal destacó una vez más que el regulador no pretende combatir la inflación subiendo las tasas, sobre todo porque, en su opinión, la inflación bajará en el mediano plazo.
Así, los escenarios "duros" de operadores y expertos no se materializaron ayer. La Reserva Federal, por un lado, admitió que había discutido la reducción de la EC, pero al mismo tiempo dejó en claro que no estaba lista para hablar sobre el momento específico de los primeros pasos en esta dirección. Este hecho decepcionó a los inversores, tras lo cual el dólar cayó bajo una ola de ventas.
Sin embargo, a pesar de cierta decepción por la indecisión de la Fed, es necesario admitir que el regulador estadounidense muestra una actitud más agresiva en comparación, en particular, con el Banco Central Europeo. En la última reunión, los miembros del BCE expresaron una posición categóricamente moderada, refutando los rumores sobre una reducción anticipada de la EC y (especialmente) un aumento en la tasa de interés.
En otras palabras, la continua descorrelación a medio plazo ejercerá una presión de fondo sobre el par EUR/USD, especialmente en vísperas del simposio económico en Jackson Hole, que se celebrará a finales de agosto.
Todo esto sugiere que ahora es más conveniente adoptar una actitud de esperar y ver para el par. La "reserva de energía" del par EUR/USD es relativamente pequeña: hay un nivel de resistencia en 1,1890, que corresponde a la línea superior del indicador de las Bandas de Bollinger en el gráfico diario. Superar este objetivo permitirá que los alcistas del par ingresen a la cifra 19. Pero al mismo tiempo, existe una alta probabilidad de que los vendedores del par se vuelvan más activos en esta zona de precios, mientras que los compradores de EUR/USD fijarán en masa las ganancias, sin atreverse a asaltar la barrera de precios. Por lo tanto, toda la atención se centra en el nivel de resistencia de 1,1890. Si el impulso del norte se desvanece en esta zona de precios, podemos considerar la opción de posiciones cortas con el primer objetivo de 1,1800 (la línea Tenkan-sen en D1).