Al dólar le espera una semana difícil, en el escenario más pesimista podría volver a caer a nuevos mínimos. Los operadores se están deshaciendo de la moneda estadounidense debido a los datos potencialmente débiles de Estados Unidos. La Fed evaluará el ritmo de la recuperación económica y, principalmente, las estadísticas del mercado laboral antes de tomar una decisión sobre la reducción del estímulo.
En este punto, hay diferencias de opiniones entre los inversores y los analistas, aparentemente a causa de la incertidumbre. Existe el riesgo de que el crecimiento del empleo en agosto en el sector de las nóminas no agrícolas se haya frenado. Si los peerolls no cumplen las previsiones o, peor aún, las cifras resultan ser notablemente inferiores, la caída del dólar se intensificará.
Los expertos más pesimistas, en particular Commerzbank, apuntan que es poco probable que los datos sean "tan buenos como para sugerir que la Fed decidirá recortar el QE más pronto que tarde".
Esta situación favorece al euro. El par EUR/USD, parece haberse consolidado por encima de 1,1800, lo que podría atraer a más compradores. Actualmente parece sobrecomprado, con indicadores que apuntan a una corrección bajista a corto plazo. Sin embargo, los analistas opinan que esto no impedirá que el EUR/USD siga subiendo.
La siguiente línea de resistencia está marcada en 1,1860, 1,1910, 1,1950 y más adelante en 1,1980. El soporte está en 1,1810, 1,1780, 1,1740 y 1,1725.
El nivel clave es 1,1900, que no fue superado a finales de junio. Si los toros consiguen embestirlo esta vez, se abrirá el camino hacia 1,2100. Esto podría ocurrir muy rápidamente, porque los operadores, decepcionados con el dólar, activarán los stops.
La subida del euro a largo plazo está descartada por el momento. Si se alcanza el nivel de 1,1900, caerá en cualquier momento. No todos opinan lo mismo, ya que algunos creen que todo dependerá de la publicación de los datos estadounidenses de esta semana. Los mercados han visto una tendencia de reducción del crecimiento en EE.UU., y teniendo esto en cuenta, la Fed no se apresurará a recortar los estímulos.
El Promedio Industrial de la Fed de Dallas cayó a sólo 9 desde 27,3 en agosto. El miércoles los operadores observarán el informe de empleo del sector privado ADP. Si los datos son débiles, es probable que los peerolls también decepcionen a los mercados. Se prevé que el aumento del empleo sea de 625 mil, frente a los 330 mil de julio. Asimismo, mañana se publicará el índice ISM de sentimiento empresarial en la industria estadounidense, y los inversores esperan una caída a 59,5 desde 58,7.
El panorama fundamental es bajista para el dólar, sólo queda esperar a que se materialice. Con respecto al componente especulativo, mucho dependerá de los grandes operadores, y parece que han terminado de acumular posiciones largas en el par EUR/USD en los últimos dos meses y lo moverán al alza, a pesar de todo lo que está ocurriendo en el mercado.
El acontecimiento para el euro será la reunión del BCE. Los mercados se han centrado en la Reserva Federal y en la reducción de los estímulos en EE.UU. y se han olvidado por completo de Europa, donde también podría comenzar la reducción de la flexibilización cuantitativa. A juicio de algunos analistas, el BCE tiene más razones para hacerlo. ¿Cuáles son estas razones? Las estadísticas del Viejo Continente en los últimos meses han sido buenas y mucho mejores que en los Estados Unidos. Además, la nueva ola pandémica no ha afectado tanto a la Eurozona como a Estados Unidos, donde el aumento de las infecciones casi se ha igualado al del invierno pasado.
Si se investiga a fondo hay más argumentos a favor de la caida dólar. Aquí también se podría incluir el tema de la deuda pública estadounidense
Los expertos en divisas aconsejan intentar comprar el euro cuando se rompa el máximo local en 1,1840, pero es como un hielo fino. Para ser más convincente es mejor esperar al viernes, es decir, a la publicación de las peerolls, o incluso mejor, a la semana que viene. Que pase primero el Día del Trabajo en los Estados Unidos.
