El Bitcoin se está tomando una pausa después de marcar un récord histórico e intenta consolidarse en una zona segura en la línea de soporte local. Sin embargo, incluso si la criptomoneda rompe los 63 mil dólares, la zona de soporte más cercana alrededor de los 60 mil dólares mantendrá la moneda a flote, permitiendo a los inversores comprar y que el precio se mueva con seguridad hacia nuevos máximos. En los últimos días, ha salido a la luz otra razón fundamental para la subida del precio del bitcoin, que se ha visto especialmente agravada con el inicio de otra oleada de coronavirus en el mundo. Se trata de la inflación, y los expertos de JPMorgan creen que fue el miedo a que este índice subiera lo que impulsó al capital mundial a realizar nuevas inversiones en Bitcoin.
Sin embargo, el actual ciclo de compra de monedas BTC se diferencia de los anteriores en una importante ampliación del público. La principal revelación fue la admisión por parte del ex presidente de la Cámara de Representantes, Gingrich, de que los bancos centrales de los países han mantenido durante mucho tiempo la primera criptomoneda (BTC) como reserva y protección contra la inflación. Esta declaración sugiere que todas las declaraciones de los reguladores sobre una posible prohibición y regulación estricta del BTC son especulaciones. Además, se supo que el Fondo de Ayuda y Jubilación de los Bomberos de Houston (HFRRF) ha invertido en Bitcoin y ETH. Anteriormente, no se habían registrado inversiones de instituciones tan grandes en criptomonedas, lo que supone un punto de inflexión en cuanto a la aceptación del bitcoin. Los principales analistas admitieron a mediados de la primavera de 2021 que si todos los fondos de pensiones estadounidenses invirtieran al menos un 1% en BTC, la capitalización de la primera criptomoneda se multiplicaría por 50.
Lo más probable es que la crisis del coronavirus y la tasa de inflación hayan obligado a las instituciones financieras públicas a buscar refugio en una inversión más arriesgada pero rentable como el BTC. No obstante, el acorde final que envió una especie de señal a las instituciones (privadas y públicas) fue el anuncio del jefe de la Fed y del director de la SEC de que no había planes para prohibir las criptomonedas en Estados Unidos. La posterior aprobación de los ETF confirmó la intención de Estados Unidos de convertirse en un importante centro de inversión en criptomonedas. Dado el creciente impulso del cambio de la audiencia institucional, es probable que cada vez más grandes fondos públicos empiecen a utilizar el BTC como cobertura de riesgo, y el coronavirus no hará sino que acelerar este proceso
El crecimiento de los inversores institucionales sigue batiendo récords y las empresas acumulan volúmenes de monedas. Los principales impulsores del repunte alcista siguen siendo las "ballenas" que han estado acumulando BTC desde febrero de 2021. En octubre, el índice dio otro fuerte salto al alza y estableció un nuevo récord de entradas de inversores institucionales. Es interesante que los gráficos de onchain muestren un serio salto a la baja de las direcciones que acumulan entre 10 mil y 100 mil BTC. Por el contrario, el público que tiene entre 1.000 y 10.000 BTC ha empezado a adquirir más monedas. Esto indica que los volúmenes en la bolsa no sólo son creados por operadores minoristas, sino también por algunos de los grandes capitales. A pesar de ello, existe un equilibrio por el que una parte de los activos negociados es inmediatamente absorbida por otras categorías de grandes inversores. Con un máximo histórico de actividad de direcciones de 1.000 a 10.000 BTC, deberíamos esperar una nueva oleada alcista del bitcoin.