El mercado del oro sigue en problemas porque los inversores están reaccionando a la retórica agresiva del presidente de la Fed, Jerome Powell.
Hasta hace tres semanas, los inversores trataban de mantener el oro en su cartera, tratando de protegerse de las crecientes presiones inflacionarias. Pero ahora la Fed parece estar tomando la amenaza más en serio, lo que, a su vez, aumenta las expectativas de una política monetaria más estricta en el futuro cercano. Muchos anticipan un anuncio de una reducción mucho más rápida de las compras de bonos en diciembre.
Pero incluso si las expectativas comienzan a cambiar, el panorama general de inversiones sigue siendo el mismo. A pesar de la nueva postura agresiva de Powell, la mayoría de los economistas y analistas de mercado creen que la Fed se quedará atrás de la curva de inflación. Esto significa que las tasas de interés reales seguirán siendo negativas, lo que será bueno para el oro.
Leigh Goehring, socio gerente de Goehring & Rozencwajg Associates, dijo que el objetivo a largo plazo para el oro es de $20.000 la onza.
"Nos estamos acercando a la explosión de los precios del oro al alza. Soy un gran creyente de que la inflación no va a desaparecer. Seguirá siendo un problema", dijo.
Mientras tanto, Gerald Moser, estratega jefe de mercado de Barclays Bank, dijo que los precios del oro subirán un 20% durante los próximos 12 meses.
Aunque los inversores están ignorando el oro como cobertura contra la inflación, otros bancos centrales le están prestando mucha más atención. El banco central de Singapur y el banco central de Irlanda compraron oro por primera vez en décadas.
Singapur presuntamente compró 26,35 toneladas métricas de oro entre mayo y junio, esta fue la primera compra de oro de un banco central asiático desde 2000. Irlanda, por otro lado, compró dos toneladas de oro, su primera compra desde 2009.
El gobernador del banco central de Irlanda, Gabriel Makhlouf, también dijo que la inflación era una preocupación creciente para él.
