El lunes, el mercado del oro no logró encontrar ninguna tracción alcista, y algunos economistas se dispusieron a revisar a la baja su perspectiva para 2022.
Goldman Sachs recortó sus proyecciones de crecimiento del PIB de EE. UU. para el primer trimestre de 2022 del 3% al 2%, escribió el economista jefe Jan Hatzius.
Los analistas señalaron que la economía de EE. UU. podría enfrentar presión el próximo año, a medida que la Fed reduzca el apoyo de sus políticas monetarias y fiscales.
La semana pasada, la Reserva Federal anunció que aceleraría la reducción gradual de la EC, eliminando por completo las compras mensuales de activos para marzo de 2022. La Reserva Federal también insinuó tres aumentos en las tasas de interés el próximo año.
En medio de las perturbaciones políticas en los EE. UU., la economía mundial enfrenta una creciente incertidumbre a medida que los países europeos promulgan nuevas restricciones para limitar la propagación del COVID-19.
El sentimiento de los inversores se agrió en el período previo a las vacaciones de invierno, con el oro luchando por atraer cualquier compra posterior después de superar los $1800 por onza el viernes. Muchos analistas de mercado vieron el movimiento alcista como una cobertura a corto plazo.
Sin embargo, el oro podría seguir luchando, ya que sigue siendo la cobertura más confiable contra la inflación, comentó el analista senior de Swissquote, Ipek Ozkardeskaya.
El aumento de las tasas de interés aumentaría los costos de oportunidad para los inversores en oro, pero la incertidumbre causada por Omicron podría llevar a una política reguladora más moderada, dando apoyo al oro.