La próxima reunión de la OPEP+ tendrá lugar a principios de enero, en la que el grupo podrá actualizar su calendario previsto para aumentar la producción. Hasta ahora, la OPEP+ no ha dado ninguna indicación, pero la probabilidad de un aumento en la producción más allá de lo programado representa un riesgo potencial grave para los mercados.
La segunda opción de riesgo es que históricamente la producción de petróleo de esquisto ha crecido rápidamente, y existe la posibilidad de que si los precios se mantienen en alrededor de $80 por barril de crudo Brent durante mucho tiempo, las empresas pueden buscar aumentar la producción. El discurso climático podría frenar esto.
Los precios del crudo Brent pueden permanecer altos en 2022. Durante el año, los precios promediarán alrededor de $70 por barril, especialmente teniendo en cuenta el potencial de la temporada turística de verano.
La temporada turística de verano puede ser apoyada tanto por la reapertura asociada con COVID-19 como por la deprimente temporada turística de invierno, que obliga a la gente a abandonar sus planes.
El rápido crecimiento económico combinado con pesadas cadenas de suministro ha provocado inflación. La inflación puede tener un impacto negativo en el crecimiento, dañando los precios del petróleo y, en consecuencia, el argumento de que los precios del petróleo se mantendrán altos. Además, el endurecimiento de la política monetaria por parte de la Fed puede ralentizar el mercado.
Si los precios se mantienen altos en los próximos meses, la posibilidad de mayores gastos de capital para los productores seguirá siendo otro riesgo. Sin embargo, a pesar de esto, los analistas esperan que los mercados petroleros tengan un buen desempeño en 2022.