Ray Dalio dijo que dejar de financiar a los productores de petróleo puede tener graves consecuencias, que incluyen contribuir al crecimiento de los precios de los combustibles y los alimentos.
Agradeció a los productores de petróleo durante la cumbre, explicando que ellos son los responsables de un suministro confiable. También agregó que la inflación es un problema y que una transición razonable hacia una economía verde debe ser gradual.
El martes, el crudo Brent cotizaba por encima de los $88 por barril, su nivel más alto desde 2014.
El aumento de los precios del petróleo está respaldado por las expectativas de una mayor demanda en 2022 a medida que la economía continúa recuperándose. Sin embargo, las preocupaciones sobre la producción se mezclan con las crecientes tensiones geopolíticas por el lado de la oferta.
A fines del año pasado, Dalio advirtió sobre el riesgo de un fuerte aumento de la inflación y explicó que el crecimiento de los activos no es la forma de enriquecerse, sino solo una disminución del poder adquisitivo de las personas.
La creciente presión de los precios se siente a nivel mundial. La inflación en los EE. UU. fue la más alta desde 1982, con un aumento del 7% el año pasado. La inflación de la eurozona también alcanzó un nuevo máximo histórico del 5% interanual en diciembre.
Según Dalio, el aumento de los precios de la energía contribuye a la inflación y puede dejar a la gente con hambre.
Sin embargo, no es el único que piensa así. Isabelle Schnabel, miembro de la Junta Ejecutiva del BCE, dijo en la reunión anual de la Asociación Financiera Estadounidense este mes que el desarrollo de energía verde conducirá a una inflación aún mayor.
Goldman Sachs también señaló que el proceso de lograr cero emisiones de carbono puede conducir a un aumento significativo de la inflación. Los analistas Jan Hatzius calcularon que si los impuestos al carbono aumentan a $100 por tonelada en la próxima década, la inflación anual de EE. UU. será de 0,25 puntos porcentuales durante los primeros tres años.
El CEO de BlackRock, Larry Fink, también aclaró su postura en su carta anual a los CEO publicada el lunes, diciendo que no apoya las estrategias de venta de activos cuando se trata de prácticas comerciales sostenibles. Él cree que la eliminación gradual de sectores enteros o la puesta en manos privadas de activos intensivos en carbono no llevará al mundo a cero emisiones, y es necesario continuar invirtiendo en compañías de petróleo y gas.
Al mismo tiempo, Fink señaló que las empresas que no se adapten a los principios del desarrollo sostenible se quedarán atrás.