El euro ha estado tratando de resistir la presión geopolítica durante varios días seguidos. Sin embargo, el euro no logró seguir al dólar que rompe una barrera tras otra.
La mayoría de los expertos están preocupados por la baja probabilidad de una nueva subida del euro. Los operadores están cambiando activamente a activos más seguros, lo que impulsa al dólar estadounidense. El dólar ya se ha beneficiado de la situación y difícilmente permitirá que el euro gane valor. El estado actual de las cosas influye negativamente en el par euro/dólar que sigue cayendo en medio de la aversión al riesgo. Por el momento, el par es bastante estable. El miércoles temprano se negociaba dentro del rango de 1,1324-1,1325.
La dinámica del euro se vio seriamente afectada por los cambios en la política del BCE. Aunque el regulador no tenía previsto subir la tasa de referencia, finalmente decidió hacerlo. Los representantes del BCE estaban preocupados de que un fuerte aumento en la tasa clave podría haber impactado en la economía europea. Sin embargo, tanto la Fed como el BCE no tienen salida en medio de la creciente inflación.
La Reserva Federal también tiene que asumir el riesgo de una mayor inflación y tomar decisiones serias. Mientras tanto, el último protocolo reveló que el regulador aún no había decidido el plan de acción. Se espera que actúe de acuerdo con las condiciones actuales y revise la política monetaria cuando sea necesario. Por eso los analistas suponen que el regulador puede subir 9 veces la tasa de referencia este año.
La situación actual ha cerrado ligeramente la posición del dólar. Sin embargo, sigue ganando valor. A veces, el comportamiento del dólar estadounidense contradice el panorama macroeconómico. Tal situación ocurrió el 22 de febrero. Según los expertos del Conference Board, los datos macroeconómicos de EE. UU. de febrero no afectaron al billete verde. Según el informe, el índice de confianza del consumidor descendió a 110,5 puntos frente a la caída prevista de 110 puntos.
Mientras tanto, el PMI compuesto de EE. UU. subió a 56 puntos en febrero. Además, el PMI de servicios aumentó a 56,7 puntos (pronóstico - 53 puntos) y el PMI manufacturero subió a 57,5 puntos (pronóstico - 56 puntos).
Los analistas suponen que los datos positivos de Alemania están apoyando al euro. Según el instituto Ifo, en febrero, el indicador de clima de negocios subió a 98,9 puntos. Los economistas esperaban un aumento menor a 96,5 puntos. Cabe destacar que los resultados no se vieron afectados por la situación geopolítica. Sin embargo, la creciente tensión está ejerciendo presión sobre el euro.
En la actualidad, la situación del mercado sigue siendo tensa, dada la aversión al riesgo provocada por el conflicto Rusia-Ucrania. La introducción de sanciones contra Rusia también echó leña al fuego. El euro difícilmente tendrá demanda, si el sentimiento del mercado empeora. El euro mostrará un alza sólo si los países resuelven el conflicto. Sin embargo, este escenario es casi imposible. En 2022-2023, es probable que la moneda única pierda valor. Incluso el aumento de la tasa de interés clave difícilmente mejorará la situación.