Los principales índices bursátiles estadounidenses -Dow Jones, NASDAQ y S&P 500- terminaron el viernes con otra fuerte caída. Básicamente, todo va según lo previsto. Lo único confuso fue la fuerte corrección que tuvo lugar entre el 15 y el 29 de marzo. Esto llevaría a algunos expertos a especular que las cosas podrían no ser tan malas como otros expertos predijeron e informaron los medios de comunicación. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, las cosas están exactamente tan mal como dicen "otros expertos". No hay que olvidar que el temor clave para la bolsa estadounidense no es el conflicto geopolítico en Ucrania (aunque también tiene un impacto negativo), sino los planes de la Fed para la subida de las tasas de interés clave más rápida y potente en una década. Cabe recordar que el tipo de interés ya subirá un 0,5% en mayo y, muy probablemente, otro 0,5% en junio. Además, el programa de reducción del balance de la Fed, ya denominado "QT" (quantitative easing) o "anti-QE", comenzará en junio. Pero en cualquier caso se trata de una reducción de la oferta monetaria en la economía. Si los mercados de criptomonedas y de acciones han estado mostrando un crecimiento serio en un aumento de la oferta monetaria, es razonable suponer que a medida que las tasas suban y la oferta monetaria disminuya, mostrarán una caída. Por lo tanto, nuestras previsiones no cambian: caída del mercado de criptomonedas, caída de la bolsa estadounidense.
Mientras tanto, la UE prepara un nuevo y sexto paquete de sanciones contra Rusia. Así lo ha anunciado la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El nuevo paquete de sanciones se dirigirá al principal banco ruso, Sberbank, y a las importaciones de petróleo procedentes de Rusia. Es necesario recordar que la Unión Europea está en condiciones de resolver el problema del gas, de un modo u otro, a finales de este año: reducir los suministros de Rusia en 2/3 y sustituir los volúmenes que faltan por suministros de Noruega, el Reino Unido y Estados Unidos. En cuanto al petróleo, es mucho más complicado, por lo que un embargo sigue estando fuera de lugar. Hay que tener en cuenta que Moscú ya empieza a tener problemas con su propio petróleo, porque las plataformas de producción de petróleo no son como las fábricas de coches: no hay piezas de repuesto, no hay dónde vender la mercancía, se para por unas semanas. La producción de petróleo es continua y si no hay dónde venderlo, tiene que llenar sus propios almacenes subterráneos. Sin embargo, la práctica demuestra que las instalaciones de almacenamiento subterráneo se llenan muy rápidamente y simplemente no hay otro lugar donde depositar el petróleo. El Kremlin ya ha ofrecido a India y China comprar petróleo con un descuento de 35-40 dólares por barril. Hay que decir que, incluso con esta rebaja, todo el mundo sigue contento, ya que el petróleo vale ahora más de 100 dólares el barril. Sin embargo, los expertos creen que es poco probable que India y China puedan comprar todo el petróleo de Rusia, al que la UE renunciará. Es preciso entender que estos países también han establecido cadenas de suministro para la importación de petróleo. Es poco probable que de repente quieran comprar un tercio más de petróleo que antes. ¿Dónde deberían ponerlo? ¿Aumentar el volumen de producción en un tercio y regalar gasolina? En definitiva, la situación de la redistribución del mercado del petróleo es una de las más interesantes del momento.