El bitcoin consiguió volver a superar los 40.000 dólares gracias a una reacción de los compradores, en parte inesperada, pero por otro lado legítima. Ya se ha hecho evidente que el mercado está entrando en una nueva etapa en la que, además de mantener las tácticas de acaparamiento, está empezando a ajustarse a las nuevas realidades de una liquidez más ajustada. Esto significa que los inversores están dispuestos a defender los fundamentos de la tendencia alcista, pero no a luchar por cada zona de soporte.
Eso es lo que vimos con los resultados del 19 de abril. Los inversores han intervenido en el momento oportuno y han defendido otro nivel de apoyo local. Esta estrategia implica una formación gradual de mínimos locales con una dinámica al alza. Esto preserva la estructura de la tendencia alcista y ahorra liquidez. Teniendo en cuenta las nuevas tácticas de los inversores, la pregunta obvia es si continuarán las fuertes caídas. Es muy probable que esta situación se mantenga durante cierto tiempo.
Esto se debe en gran medida a la incertidumbre sobre las criptomonedas a corto plazo. El nivel récord de correlación con el SPX y el NASDAQ desde 2020 también lo confirma. La caída del precio de la criptomoneda se produjo cuando los bancos centrales de todo el mundo endurecieron su política monetaria en respuesta al lanzamiento del programa de ajuste cuantitativo de la Reserva Federal. El bitcoin sigue considerándose un activo de alto riesgo y, a diferencia del oro, sigue estando en peligro. Teniendo esto en cuenta, no hay duda de que el activo seguirá bajando más allá de la marca de 40.000 dólares.
La debilidad de la criptomoneda también se refleja en la salida de fondos de ETP. En las dos primeras semanas de abril, el saldo de fondos disminuyó en casi 10.000 BTC. Probablemente, la principal criptomoneda cambiará gradualmente de dirección, ya que la prueba masiva de los límites inferiores de la zona de soporte indica un aumento de la presión de los vendedores. El capital principal se reparte entre el oro y los activos relacionados. En esta circunstancia, es posible que el precio caiga a mínimos locales a corto plazo y que intente retomar la tendencia alcista a medio plazo.
Parece que el precio de la criptomoneda empezará a caer en mayo debido a una importante reducción de la liquidez, que saldrá principalmente de los mercados de valores y de criptomonedas. Y si la tendencia actual de acumulación masiva de BTC continúa, podemos esperar que los precios de la criptomoneda suban a medio plazo.
La tendencia continua de la acumulación de monedas de Bitcoin está indicada por el hecho de que más del 60% de los volúmenes están en ganancias, pero a pesar de esto la acumulación continúa. Teniendo esto en cuenta, podemos deducir que en mayo veremos una gran descarga de criptomonedas y una caída de la capitalización de Bitcoin y de todo el mercado. Posteriormente, se formará un fondo local en torno al interés principal de los grandes inversores y comenzará la segunda fase de acumulación masiva.
En cuanto a la situación actual, el Bitcoin ha hecho una pausa local para consolidarse en torno a los 41 mil dólares. La resistencia más cercana que encontrará el activo es alrededor de los 43.000 dólares, y hay muchas razones para creer que el mercado apoyará el movimiento hacia ese objetivo. Los indicadores técnicos muestran señales alcistas: el MACD ha entrado en zona verde y ha cruzado la marca cero en el marco temporal de cuatro horas, mientras que el estocástico y el RSI confirman la reactivación de la actividad compradora. Teniendo esto en cuenta, podemos esperar un movimiento hacia los 43.000 dólares, y en caso de una consolidación exitosa, hacia el rango de 44.000 a 45.000 dólares. Pero a medio plazo, la correlación con el fondo y el inicio del programa de flexibilización cuantitativa de la Fed son las cuestiones clave.
