Sin embargo, los alcistas del EUR/USD nuevamente no lograron asentarse en esta área. Los líderes del BCE y la Fed, que expresaron su postura anteriormente, enfriaron el optimismo de los compradores del EUR/USD. Por ejemplo, Christine Lagarde no entró en detalles sobre el calendario de subidas de tipos. Al mismo tiempo, reveló pronósticos pesimistas que afectaron el crecimiento del EUR/USD. Específicamente, dijo que la política monetaria del BCE dependería de los datos macroeconómicos entrantes y sus evaluaciones. Lagarde señaló que bajo una alta incertidumbre, el regulador debería mantener la flexibilidad en la política monetaria. Paralelamente, Christine Lagarde admitió que la aceleración de la inflación se debe principalmente al aumento de los precios de la energía. En cuanto a las perspectivas del IPC subyacente, la perspectiva es oscura.
El diferencial en la retórica de la Reserva Federal y el BCE se está fortaleciendo, ejerciendo presión sobre el EUR/USD. El índice del dólar estadounidense está fijado en máximos de aproximadamente dos años, lo que refleja una demanda boyante del dólar.
EUR/USD sigue atacando la cifra de 1,0700. Después de un intento fallido de crecimiento correctivo, los bajistas recuperaron el control y empujaron al precio por debajo de 1,0800. Es una tarea desafiante porque la mayoría de los operadores fijan las ganancias en alrededor de 1,0750, un mínimo de dos años, y abren posiciones largas, amortiguando así la tendencia bajista.
Sin embargo, el sentimiento general sobre el EUR/USD es bajista. El par no ha encontrado ninguna excusa plausible para arruinar la tendencia bajista. Al mismo tiempo, los retrocesos correccionales no contradicen la regla. Tiene sentido utilizar los retrocesos al alza como excusa para abrir posiciones cortas a un precio más bajo. Durante abril, los compradores de EUR/USD intentaron varias veces ubicarse en torno a 1,0900. Sin embargo, cada vez el precio cayó 1,0800 con la consiguiente prueba de los niveles por encima de 1,0700. Demuestra que la tendencia bajista aún está en marcha a pesar de que los bajistas no pueden romper el soporte de 1,0750 y establecerse por debajo de este objetivo.
Esta semana, la moneda única europea encontró apoyo temporal del vicepresidente del BCE Luis de Guindos y más tarde del miembro del Consejo de Gobierno del BCE, Martins Kazaks, dijo que las tasas de interés podrían aumentar tan pronto como a mediados del verano, en julio en particular. Tal giro tomó a los inversores con la guardia baja. De hecho, recientemente, en la reunión de política de abril, Christine Lagarde declaró que el regulador haría una pausa de unas pocas semanas a unos meses antes de subir las tasas de interés una vez que se complete el programa APP. En este contexto, los comentarios de Guindos y Kazaks sorprendieron a los operadores. Como resultado, el EUR/USD se disparó a alrededor de 1,0900.
En resumen, la líder del BCE sigue siendo cautelosa y vacilante, a diferencia del presidente de la Fed, Jerome Powell, que ayer abogó por un endurecimiento monetario agresivo. En primer lugar, afirmó que las probabilidades eran que la tasa de fondos aumentaría un 0,5% en mayo. En segundo lugar, Powell dijo que tendría sentido seguir adelante en esta dirección. Es importante destacar que el mercado está casi seguro de que el regulador aumentará la tasa de interés clave en 50 puntos básicos a la vez en la reunión de políticas de mayo. Recientemente, los operadores tienen grandes expectativas de que es muy probable que se produzca una subida de tasas del 0,5 % en la reunión de junio. Jerome Powell en realidad confirmó la viabilidad de tales pronósticos.
Por lo tanto, el diferencial en la retórica de la Reserva Federal y el BCE se está fortaleciendo, ejerciendo presión sobre el EUR/USD. El índice del dólar estadounidense está fijado en máximos de aproximadamente dos años (probando 101 puntos), lo que refleja una demanda boyante del dólar. Por el contrario, la moneda única europea está bajo la presión de factores fundamentales como las inútiles conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia, la crisis energética, los riesgos de estanflación y la postura indecisa del BCE. En medio de la aversión al riesgo global, el dólar es el evidente ganador, mientras que el euro no encuentra ningún soporte. Por esta razón, todos los esfuerzos de los compradores de EUR/USD para liquidar por encima de 1,0900 son en vano. Demuestra que podríamos usar retrocesos correctivos para abrir posiciones cortas.
El análisis técnico sugiere lo mismo. En todos los marcos de tiempo más largos (a partir de 4 horas), el EUR/USD se encuentra en el borde inferior de las bandas de Bollinger o entre las líneas media e inferior de este indicador. Significa la tendencia bajista general.
En los gráficos diarios y de 4 horas, el indicador Ishimoku creó la señal bajista cuando el precio estuvo por debajo de todas las líneas del indicador, incluida la nube de Kumo. Esta señal confirma el sentimiento bajista. El soporte clave, que también es un objetivo bajista, se ve en 1,0750 que coincide con el límite inferior de las bandas de Bollinger en el gráfico diario. Es demasiado pronto para hablar de objetivos bajistas más bajos porque los bajistas no pueden superar ese obstáculo bajista.
