El par libra-dólar se balancea entre las cifras 25 y 26, reaccionando impulsivamente al flujo de noticias actual. En el contexto del debilitamiento general del dólar, la moneda británica está tratando de desarrollar un crecimiento correctivo para ubicarse por encima de la marca de 1,2600. Pero cada punto ganado se les da a los alcistas del GBP/USD con gran dificultad: encuentran la resistencia de los bajistas, quienes ralentizan significativamente el progreso de movimiento hacia arriba. El crecimiento del precio intradiario es reemplazado por una disminución posterior. Y viceversa. Sin embargo, si observa el gráfico semanal de GBP/USD, puede llegar a la conclusión obvia de que la cuenta total está del lado de los alcistas. La corrección continúa por segunda semana consecutiva, aunque recientemente los alcistas no están tan seguros como a mediados de mayo.
Después de una serie de publicaciones decepcionantes (índices PMI débiles, una desaceleración del crecimiento del PIB del Reino Unido en el primer trimestre en medio de una mayor presión sobre los precios), la libra recibió apoyo del gobierno británico. El ministro de Finanzas, Rishi Sunak, acaba de anunciar que su departamento ofrece un paquete de apoyo al costo de vida por valor de 15 000 millones de libras. Este paquete incluye un descuento de 400 libras en la factura de la luz, así como un pago único de 650 libras a ocho millones de los hogares más pobres. Además, se pagarán 150 libras en una suma global a todas las personas que reciban beneficios por discapacidad.
Todas estas medidas de asistencia financiera estarán parcialmente financiadas por un impuesto a las empresas de petróleo y gas: se introducirá en el Reino Unido un impuesto temporal del 25% sobre los beneficios excesivos de las empresas que operan en el sector del petróleo y el gas. Según los cálculos del Ministerio de Hacienda, esto atraerá unos 5.000 millones de libras durante el próximo año. No se sabe durante qué período se está introduciendo el nuevo impuesto. Sunak comentó vagamente sobre el tema relevante, afirmando que esta medida se abandonará gradualmente, pero solo cuando los precios de la energía "vuelvan a un nivel históricamente normal". Al mismo tiempo, el Ministro de Hacienda aseguró que este paquete de apoyo tendrá un "impacto mínimo" sobre la inflación.
Según los medios británicos, algunos miembros del gobierno se han pronunciado en contra de la introducción de un nuevo impuesto: en su opinión, tal paso con consecuencias impredecibles al menos reducirá el volumen de inversiones. Pero sus voces quedaron en minoría tras la publicación de datos sobre el crecimiento de la inflación en el país (el IPC alcanzó máximos de 40 años), así como tras el deterioro de las previsiones macroeconómicas del Banco de Inglaterra (BoE). Permítanme recordarles que luego de los resultados de la reunión de mayo, el banco central inglés advirtió sobre una fuerte desaceleración en el crecimiento del PIB, no solo este año, sino también el próximo. En 2023, el banco central espera que la economía se contraiga un 0,25% (mientras que anteriormente se esperaba que creciera un 1,25%). En 2024, el volumen del PIB debería aumentar un 0,25%, mientras que las previsiones anteriores hablaban de un crecimiento del uno por ciento.
En medio de tales pronósticos, que fueron parcialmente confirmados por los datos sobre el crecimiento de la economía británica en el primer trimestre, muchos expertos sugirieron que el BoE no implementaría un escenario demasiado agresivo para endurecer la política monetaria. En su opinión, el banco central británico se tomará un respiro tras dos subidas en las próximas reuniones. La libra se desplomó en todo el mercado, impulsada también por los fallidos índices PMI.
Sin embargo, los alcistas del GBP/USD pudieron desplegar el par alrededor de la mitad de la cifra de 24. En primer lugar, por el debilitamiento de la moneda estadounidense. Luego se unió el Ministerio de Finanzas de Gran Bretaña. El optimismo asociado con el estímulo fiscal ahogó las evaluaciones pesimistas del banco central británico. Aquí debe señalarse de inmediato que este optimismo es temporal, tales factores fundamentales no pueden actuar durante mucho tiempo. Por lo tanto, el mayor crecimiento del par puede deberse únicamente al debilitamiento de la moneda estadounidense.
Dado este factor, podemos suponer que el techo del crecimiento del precio actual es 1,2660: esta es la línea superior del indicador de bandas de Bollinger en el gráfico de cuatro horas. Es arriesgado mantener posiciones largas en esta zona de precios: sin impulso de información adicional, es poco probable que la libra se asiente en la zona de la cifra 27.
También debe prestar atención al hecho de que el viernes el dólar en realidad ignoró la desaceleración del crecimiento del PCE. La inflación PCE subyacente anual en EE. UU. cayó al 4,9% después de subir al 5,2% en marzo. En general, el indicador ha estado disminuyendo gradualmente por segundo mes consecutivo, lo que puede indicar que la inflación ha alcanzado sus valores máximos. Por cierto, en uno de sus discursos, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, centró su atención en este hecho, en el contexto de señalar el mayor ritmo de endurecimiento de la política monetaria. Sin embargo, los alcistas del dólar no "dramatizaron" la situación el viernes, en parte debido al hecho de que el informe se publicó en el nivel previsto y al hecho de que el indicador de inflación sigue estando en valores demasiado altos (lo que justifica un nuevo aumento en la tasa de interés de la Reserva Federal).
Por lo tanto, en mi opinión, las ráfagas correctivas de GBP/USD hasta el nivel de soporte de 1,2660 o incluso hasta los límites de la figura 27 deberían usarse para abrir posiciones cortas, con 1,2600 y 1,2570 como objetivos (la línea Kijun-sen coincidente con la línea promedio del indicador de bandas de Bollinger en el marco de tiempo H4).
