A principios de esta semana, la moneda estadounidense enfrentó una presión bastante fuerte en medio de un mayor apetito por el riesgo. De esto se aprovechó el euro, que logró beneficiarse del hundimiento del dólar.
El euro está respaldado por las expectativas de un aumento en la tasa clave del Banco Central Europeo. Según los analistas, las estadísticas de inflación actuales en el corto plazo pueden obligar al banco central a subir la tasa en 50 pb. Según los informes proporcionados, en mayo la inflación al consumidor en Alemania aumentó a 8,7% A/A, superando el pronóstico de 8,1% A/A y dejando muy atrás la cifra de abril de 7,8% A/A. Los datos aumentaron la presión sobre el BCE, obligándolo a recurrir a medidas más activas para frenar la espiral inflacionaria.
Según Philip Lane, economista líder del BCE, el proceso de normalización de la política monetaria será gradual. Así, el funcionario confirmó la intención de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, de poner fin al período plurianual de tasas negativas para fines de septiembre de 2022. Anteriormente, Lagarde acordó aumentar la tasa de interés en 25 pb en julio, y luego en septiembre en una cantidad similar. Se espera que el tipo de interés de los depósitos del BCE, que actualmente se sitúa en el -0,5 %, pase a ser cero.
Tal estrategia socava la posición del dólar. A pesar de las acciones de los bancos centrales, en particular la Reserva Federal y el BCE, que han tomado un curso para endurecer la política monetaria, los economistas de Rabobank confían en que en los próximos meses la demanda de activos seguros respaldará al USD. El hundimiento actual de este último también se vio facilitado por una posible ralentización en el proceso de endurecimiento de la política monetaria por parte de la Fed. El largo repunte del par EUR/USD en los mercados bursátiles mundiales socavó la posición del dólar. Al mismo tiempo, los recientes comentarios agresivos de los representantes del BCE que insinuaban la reducción del régimen de tipos de interés negativos en la eurozona dieron un ímpetu al euro.
En la situación actual, el par EUR/USD mostró una estabilidad envidiable, comenzando la nueva semana con una nota positiva. Como resultado, el par subió a un nuevo máximo mensual en medio de ventas masivas de dólares. El par EUR/USD navegaba cerca de 1,0746 en la mañana del martes 31 de mayo, recuperando las pérdidas de ayer.
A futuro, los operadores continuaron reduciendo sus posiciones largas en USD por temores de que la Fed suspenda el ciclo de subidas de tipos tras dos subidas de 50 pb cada una, previstas en junio y julio.
Los expertos prestan atención a la naturaleza frágil del sentimiento actual del mercado y esperan una alta volatilidad en el mercado en los próximos meses. Según cálculos preliminares, los aumentos en las ventas de dólares serán de corta duración. En este contexto, el riesgo de otra caída del par EUR/USD al crítico 1,0300 aumenta en el futuro de dos a tres meses.
Según los analistas, la actual política monetaria agresiva del BCE apoya a la moneda europea y presiona a la estadounidense. En este contexto, el dólar cayó en la trampa de las expectativas del mercado de un endurecimiento temprano de la política monetaria por parte de los bancos centrales. Las posiciones cortas en USD agregaron combustible al fuego, lo que hizo que tropezara, pero permitió que el euro fortaleciera su posición.