A principios de junio, Shanghái se deshizo de las cadenas del Covid que habían limitado la vida de la metrópoli durante dos meses. Pero parece que la libertad duró poco: algunas áreas del centro de negocios están cerrando nuevamente.
Shanghái, que recientemente levantó las restricciones por coronavirus, está reportando nuevos casos.
Esta semana, el popular salón de belleza Red Rose se ha convertido en el centro de atención de las autoridades de la ciudad.
En la institución, que reanudó labores el 1 de junio, se registraron tres casos de contagio a la vez. El examen epidemiológico preliminar mostró que algunos empleados del salón no se sometieron a pruebas diarias de COVID-19, como se requiere.
A la luz de las últimas estadísticas sobre la incidencia del coronavirus del jueves, las autoridades de Shanghái anunciaron la introducción de nuevas restricciones de cuarentena en varias partes de la ciudad a la vez. También se anunció la realización de pruebas rápidas masivas de COVID-19 para millones de sus habitantes.
Uno de los primeros en anunciar la reanudación de las restricciones fue el distrito suroeste de Shanghai, Minhang, donde viven más de dos millones de personas.
El sábado tendrá lugar aquí el mayor diagnóstico reciente de casos de infección por coronavirus. Los residentes de Minhang serán examinados para detectar ácido nucleico. Durante este período, deben quedarse en casa.
Otros seis distritos de Shanghai también tienen la intención de realizar pruebas masivas en la población en los próximos días. Según estimaciones preliminares, las nuevas medidas restrictivas afectarán a más de 25 millones de habitantes de la metrópoli.
Por supuesto, los residentes de Shanghai, bastante cansadosdel confinamiento prolongado, ahora están nerviosos. Apenas la ciudad ha vuelto realmente a la vida normal, vuelve a verse amenazada por el aislamiento.
Mientras tanto, los disturbios por el coronavirus también se están intensificando en la capital china. El jueves, una de las áreas más densamente pobladas de Beijing, Chaoyang, hogar de más de tres millones de personas, anunció el cierre de todos los lugares de entretenimiento y cibercafés.
El aumento del nerviosismo también se siente en los mercados. Ayer, el índice chino de primera clase CSI300 cerró con una caída del 1,1%.
Los inversores siguen huyendo de los activos de riesgo a los defensivos. Son muy conscientes de lo que puede resultar el próximo fortalecimiento de la cuarentena en China para la economía mundial, porque no hay que ir muy lejos para encontrar un ejemplo.
Un estricto confinamiento de dos meses en Shanghái, el cierre de centros comerciales y otros establecimientos públicos en todo Beijing y las restricciones de movimiento impuestas en muchas ciudades chinas han causado un daño enorme a la economía del país esta primavera.
Y las interrupciones en las cadenas de suministro globales causadas por las restricciones en China han frenado el comercio internacional y han puesto en peligro el crecimiento de toda la economía global.
A pesar del debilitamiento parcial del confinamiento en Shanghái a principios del verano, el clima empresarial en China sigue siendo negativo. Y todo es culpa de la política de tolerancia cero para COVID-19, a la que el gobierno de China continúa adhiriéndose.
Mientras que otros países están tratando de vivir con el coronavirus, China está tratando de erradicar el COVID-19 de raíz. Bueno, esperemos a ver a dónde llevará esto a la segunda economía más grande del mundo...
