El par euro-dólar actualizó otro precio mínimo el viernes, cayendo a alrededor de 1,0073. La paridad ya está al alcance de la mano, unas pocas decenas de puntos. Y cuanto más cerca está este nivel de soporte clave, más cautelosos son los operadores. El impulso del viernes fue reemplazado por el mismo repunte impulsivo: en solo una hora, el precio hizo un camino de 100 puntos a lo largo de la trayectoria "hacia abajo". Los participantes del mercado temen, con razón, tocar fondo en el precio, dado que el par se cotiza en la zona de mínimos de 20 años.
Sin embargo, la tendencia a la baja sigue vigente, a pesar de todos los temores de los operadores. El dólar tiene una gran demanda debido a dos factores principales: el crecimiento del sentimiento anti-riesgo en los mercados y el fortalecimiento de las expectativas de línea dura con respecto a las futuras acciones de la Reserva Federal. El empeoramiento de la crisis del gas en Europa, así como el informe de datos no agrícolas solo se sumaron a la imagen fundamental ya existente.
Los últimos datos sobre el mercado laboral estadounidense no defraudaron a los inversores. Las cifras de junio salieron o al nivel de las previsiones o en zona verde, superando los niveles previstos. De cara al futuro, cabe señalar que este resultado aumentó la probabilidad de otra subida de tipos de interés en 75 puntos básicos. Incluso antes de la publicación, los mercados estimaban la probabilidad de un avance de 75 puntos en julio en un 88% (según datos de CME).
Pero volvamos a los datos no agrícolas. La tasa de desempleo de Estados Unidos se mantuvo en 3,6%. La misma marca en la que el indicador se publicó en mayo y abril. Este es un muy buen resultado. El indicador estaba en 3,6% en febrero de 2020 (es decir, antes de la crisis del coronavirus), y antes, hace 53 años, allá por 1969. Por lo tanto, aquí es imposible hablar de "tendencias negativas", aunque los expertos pronosticaron un resultado más fuerte. Por tercer mes consecutivo, los analistas esperan que el índice caiga a 3,5%, y por tercer mes consecutivo se mantiene en el mismo nivel de 3,6%.
El número de personas ocupadas en el sector no agrícola aumentó en 372.000 en junio (en mayo, la cifra fue de 384.000), mientras que los expertos esperaban ver este indicador mucho más bajo, alrededor de 260.000. Durante los últimos cuatro meses, este componente ha fluctuado en el rango de 372-390.000. Es decir, en general, este indicador no defraudó e incluso superó las estimaciones previstas. Así como el indicador de crecimiento del número de ocupados en el sector privado, que igualmente salió en zona verde -en vez del crecimiento proyectado de 200.000, aumentó en 380.000.
Se debe hacer un análisis separado sobre los salarios. La tasa de crecimiento del salario medio por hora se situó en torno al 5,1% (frente a la previsión de una caída al 5,0%). Este también es un buen resultado: durante los últimos seis meses, este indicador ha estado fluctuando en el rango de 4,9%-5,3%, por lo que el crecimiento de junio parece bastante aceptable.
El informe publicado el viernes permite a la Fed subir las tasas en 75 puntos sin tener en cuenta el mercado laboral estadounidense. Los datos no agrícolas no defraudaron, y en la situación actual, tal vez, esto sea suficiente para tomar tal decisión. Por ejemplo, otro portavoz de la Fed, Rafael Bostic, dijo que "apoya totalmente" otra subida de tipos de 75 puntos básicos en la reunión de julio. Antes de esto, Loretta Mester, Michelle Bowman, John Williams hicieron declaraciones similares.
Sin embargo, debemos admitir que el dólar está cobrando impulso principalmente debido a un mayor sentimiento anti-riesgo en los mercados. Al frente del ataque está Europa, que se ve muy afectada por el aumento de los precios de los vectores energéticos importados y su escasez. Los precios de la electricidad al por mayor en Alemania y Francia ya han establecido récords históricos. Y no solo por la reducción de los suministros de gas de la Federación Rusa, los suministros de GNL de los Estados Unidos también disminuyeron en 60 millones de metros cúbicos debido a un incendio en la planta de Freeport. Las entregas de combustible azul del oleoducto ruso disminuyeron en aproximadamente 150 millones de metros cúbicos por día.
En este contexto, el coronavirus se recordó bastante inoportunamente. Ahora hay una nueva ola de casos de COVID-19 en muchos estados de Europa. Según especialistas de la agencia europea de perfiles, el aumento de la incidencia se debe a dos mutaciones de la variante Omicron, que se transmiten fácilmente de persona a persona. Llegan noticias decepcionantes de China: las autoridades vuelven a endurecer las medidas de cuarentena en varias ciudades importantes de China.
Por lo tanto, el trasfondo fundamental existente contribuye a un mayor fortalecimiento de la moneda estadounidense. Pero aquí es necesario prestar atención al rápido rebote correctivo del precio, tan pronto como el par cruzó el nivel de soporte de 1,0100. Los operadores temen mantener posiciones cortas por debajo de este objetivo, ya que se avecina una notoria paridad. Esta es una poderosa barrera de precios psicológicamente significativa, y superarla será una prueba real para los bajistas del EUR/USD.
Por lo tanto, es recomendable entrar en posiciones cortas solo en retrocesos correctivos, con objetivos de 1,0150 y 1,0100.
