La confianza empresarial en Alemania se desplomó a su nivel más bajo desde la pandemia de COVID-19 debido a los crecientes temores de que la inflación récord y los suministros de energía limitados lleven a la economía más grande de Europa a la recesión. El índice de expectativas publicado por el Ifo el lunes mostró una disminución a 80,3 en julio, desde 85,8 en junio. Los analistas habían pronosticado una caída a 83,0. El índice de condiciones actuales también disminuyó.
"Alemania está al borde de una recesión", dijo Clemens Fuest, presidente del Instituto Ifo. "Los altos precios de la energía y la amenaza de escasez de gas están pesando sobre la economía. Las empresas esperan un deterioro significativo en la actividad comercial en los próximos meses", agregó.
El informe refleja el creciente desánimo en Alemania, cuya recuperación pospandemia ya se ha ralentizado debido a la altísima inflación y la escasez de componentes, que se vieron exacerbadas por el conflicto en Ucrania. Un indicador del S&P Global mostró que la economía comenzó a contraerse en julio.
El Bundesbank advirtió la semana pasada que es probable que los aumentos de precios se mantengan elevados en los próximos meses e incluso pueden reanudar su aumento en septiembre cuando finalicen las medidas temporales de mitigación. Las preocupaciones sobre el suministro de gas también afectan las perspectivas. El riesgo clave para Alemania es que una mayor desaceleración o interrupción del suministro de energía podría conducir a una inflación aún mayor.
Los consumidores y las empresas que ya estaban bajo la presión del aumento de los precios ahora tienen que lidiar con tasas de interés más altas después de que el Banco Central Europeo elevara los costos de los préstamos la semana pasada. Las tasas también pueden continuar aumentando después de la reciente alza que fue mayor a la esperada.