Estados Unidos está en una recesión técnica. Los últimos datos reflejan la desaceleración de la economía estadounidense en el segundo trimestre de este año. Permítanme recordarles que el primer trimestre también se cerró en rojo, por lo que en este momento hay muchas razones para hablar sobre el inicio de una recesión.
Sin embargo, la secretaria del Tesoro de los EE. UU., Janet Yellen, incluso antes de la publicación de los últimos datos, afirmó que la situación actual no debe verse como una recesión, sino como una "desaceleración necesaria" en la economía. Según ella, el alto nivel de empleo y consumo de la población indica que no estamos hablando de una recesión económica. Uno de los componentes clave del PIB, el gasto de los consumidores, aunque desaceleró su ritmo de crecimiento, mantuvo una tendencia positiva (al nivel del 1%). Las exportaciones también aumentaron un 18% a la vez, después de caer en el primer trimestre.
Sin embargo, desde un punto de vista formal, se considera que se declara una recesión cuando la economía del país decae durante dos o más trimestres consecutivos. En el primer trimestre de 2022, el volumen del PIB de EE. UU. disminuyó un 1,6 %, en el segundo trimestre, un 0,9 %, aunque la mayoría de los expertos esperaba ver un aumento de hasta el 0,4 %. El par euro-dólar reaccionó con bastante calma a la comunicación: el precio retrocedió desde los mínimos intradiarios, pero al mismo tiempo no abandonó el rango de 1,0130-1,0270, dentro del cual fluctúa por segunda semana consecutiva.
Durante la sesión estadounidense del jueves, los bajistas del par EUR/USD compensaron con creces las pérdidas del día anterior. Los resultados de la reunión de julio de la Reserva Federal no fueron a favor del dólar, a pesar del aumento de 75 puntos en las tasas de interés. Si bien el presidente de la Fed, Jerome Powell, aseguró a los mercados que el ciclo de ajuste aún no ha terminado, también señaló que la tasa se acerca a la neutralidad. En general, luego de los resultados de la reunión de julio, quedó claro que el banco central recurriría a un ritmo agresivo de aumento de tasas solo como último recurso, si la inflación continúa mostrando un crecimiento acelerado. Los operadores del EUR/USD interpretaron la retórica de Powell a su manera, después de lo cual el dólar se vio sometido a una presión de fondo. Al fin y al cabo, incluso anteayer, algunos expertos no descartaron la opción de una subida de tipos de 100 puntos y una actitud más agresiva hacia las perspectivas de futuro. La realidad resultó ser otra, por lo que el mercado reaccionó en consecuencia.
En algunos pares de divisas del grupo principal, el dólar todavía está bajo una presión significativa (por ejemplo, USD/JPY, USD/CHF). Sin embargo, a la par del euro, los bajistas tomaron la iniciativa. E incluso los datos decepcionantes sobre el crecimiento de la economía estadounidense no cambiaron el rumbo del par. El dólar todavía tiene una gran demanda, y especialmente cuando se combina con el euro, que no está pasando por su mejor momento.
Permítanme recordarles que los últimos informes de muchas instituciones (índices IFO, ZEW, GfK, PMI) reflejan el creciente pesimismo de los representantes del entorno empresarial europeo, tanto sobre la situación actual como sobre las perspectivas futuras. La crisis energética, que cada día es peor, pinta un panorama sombrío del futuro próximo y lejano. Como parte del período otoño-invierno, los europeos pueden enfrentar no solo una reducción en la producción industrial, sino también cortes de energía. Esta semana, los productores de aluminio dieron la voz de alarma. En particular, representantes de la empresa metalúrgica noruega Norsk Hydro ASA informaron que la crisis energética en Europa amenaza con reducir significativamente la producción de aluminio. Se emitieron señales similares de fabricantes de Eslovaquia. En general, según los medios europeos, los mayores consumidores industriales de energía en la UE ya han advertido que con la llegada del frío, algunas plantas pueden parar debido a una aguda escasez de combustible, así como a las medidas de emergencia introducidas para limitar su uso. En medio de tales perspectivas, los expertos de los grandes conglomerados financieros continúan expresando estimaciones pesimistas, prediciendo una recesión en la economía de la eurozona ya en el cuarto trimestre de este año.
En tanto, el costo del gas en Europa supera los $2.000 los 1.000 metros cúbicos, y ayer superó los $2.500. El precio del combustible azul ha aumentado considerablemente después de que Rusia anunciara una reducción de las exportaciones de gas a través de Nord Stream al 20% de la capacidad de diseño. Gazprom justifica esta decisión por el estado técnico de las unidades de bombeo de gas en la estación compresora de Portovaya.
Por lo tanto, la escalada de la crisis energética no permitió que los alcistas del EUR/USD aprovecharan la debilidad temporal de la moneda estadounidense. Y no olvide que el dólar seguro tiene una gran demanda no solo por los problemas europeos, sino también por la escalada del "problema de Taiwán", así como otra ola de pruebas de COVID en 25 millones de chinos en Shanghái. Todos estos factores permiten que el dólar se mantenga a flote, y más aún cuando se combina con una sola moneda.
Por lo tanto, a pesar de los controvertidos resultados de la reunión de julio de la Fed y a pesar de la desaceleración de la economía estadounidense, las posiciones cortas en el par EUR/USD siguen siendo una prioridad. Es aconsejable abrir posiciones cortas en retrocesos correctivos al alza del precio al área de la 2ª figura. Los objetivos a la baja a medio plazo se mantuvieron igual: 1,0150, 1,0100.
