Cualesquiera que sean los datos sobre el mercado laboral estadounidense, los funcionarios de la Reserva Federal no tienen intención de abandonar su idea de seguir subiendo las tasas de interés. Incluso si el informe indica una fuerte desaceleración en los nuevos puestos de trabajo, la firme posición de los funcionarios seguirá empujando a la baja los índices bursátiles, respaldando gradualmente la fortaleza del dólar estadounidense. Todo el crecimiento del euro y la libra que hemos visto en las últimas semanas seguramente no será más que una corrección alcista ante una fuerte desaceleración de la economía global.
En discursos separados ayer, cinco funcionarios de la Fed afirmaron enérgicamente que la inflación es demasiado alta y que nada les impedirá subir las tasas. "El enfoque de la política monetaria debe ser luchar contra la inflación", dijo el gobernador Christopher Waller a una audiencia en la Universidad de Kentucky en Lexington. "Tenemos las herramientas para resolver cualquier problema de estabilidad financiera y no debemos recurrir a la política monetaria para este fin".
Actualmente, la Reserva Federal está llevando a cabo la campaña de ajuste más agresiva desde la década de 1980 para reducir la inflación, que se ha acercado a su máximo en cuatro décadas. Partiendo de cero en marzo de este año, aumentaron la tasa base al 3,25%. En las últimas tres reuniones, las tasas se han elevado en 75 puntos básicos.
"Necesitamos llevar las tasas de interés a un nivel en el que la inflación se mueva a una trayectoria del 2 por ciento, y aún no he visto evidencia convincente que sugiera que podemos comenzar a reducir el ritmo al que vamos", Loretta Mester, presidenta de la Fed de Cleveland, dijo al Consejo de Educación Económica.
Según las últimas previsiones de los políticos, se espera un aumento de otros 1,25 puntos porcentuales en las dos reuniones restantes de este año. Al mismo tiempo, los inversores estiman un aumento de 75 puntos básicos en la reunión cuando los funcionarios se reúnan el 1 y 2 de noviembre. Las previsiones de la Fed también prevén otra subida de 25 puntos básicos el próximo año, mientras que la política se mantendrá en un nivel restrictivo hasta al menos 2024.
Otra representante de la Fed, Lisa Cook, disipó todas las esperanzas de ser una voz moderada en el banco central. Apoyó la determinación de sus colegas de continuar endureciendo la política y luego mantener las tasas en un nivel restrictivo hasta que la inflación baje. "Dado que la inflación está muy por encima de nuestro objetivo a largo plazo del 2%, restaurar la estabilidad de precios probablemente requerirá aumentos constantes de las tasas y luego mantener políticas restrictivas durante algún tiempo hasta que estemos seguros de que la inflación se está moviendo firmemente hacia nuestro objetivo del 2%", dijo Cook.
Su mensaje fue respaldado por comentarios del presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, y Neel Kashkari, de Minneapolis, quienes se opusieron a las apuestas de los inversores de que los políticos reducirían las tasas el próximo año. "Según nuestros informes, esperamos que las tasas suban a 4,75% en algún momento del próximo año, lo que, dado el ritmo al que estamos aumentando las tasas de interés, probablemente suceda la próxima primavera", dijo Evans en una reunión de la Cámara de Comercio de Illinois.
En cuanto al cuadro técnico del EURUSD, los bajistas ya alcanzaron un soporte bastante grande en la zona de 0,9760, y ahora, ante un informe importante, hay una ligera corrección alcista. Para retomar el crecimiento del par, es necesario romper por encima de 0,9810, lo que llevará al instrumento comercial a la zona de 0,9840 y 0,9880. Sin embargo, las perspectivas al alza dependerán totalmente de los datos de EE. UU. Una ruptura de 0,9760 ejercerá presión sobre el instrumento comercial y empujará al euro a un mínimo de 0,9725, lo que solo empeorará la situación de los compradores de activos de riesgo en el mercado. Habiendo pasado por alto 0,9725, es posible que empiece a ponerse nervioso, ya que el par caerá fácilmente en el área de 0,9680 y 0,9640, abriendo la perspectiva de un regreso a los mínimos anuales.
La libra sigue perdiendo posiciones una a una. Ahora los compradores están enfocados en proteger el soporte de 1,1115 y la resistencia de 1,1190, que limitan el potencial alcista del par. Solo un avance de 1,1190 abrirá perspectivas de recuperación en el área de 1,1250 y 1,1310. Será posible hablar sobre el regreso de la presión sobre el instrumento comercial solo después de que los bajistas tomen el control de 1,1115, lo que puede suceder bastante rápido en el caso de estadísticas sólidas de EE. UU. Esto causará un daño serio al mercado alcista observado el 28 de septiembre. Una ruptura de 1,1115 empujará al GBPUSD de regreso a 1,1030 y 1,0950.
