Los mercados apuestan por cambios en la política de la Fed este año. Esta semana, Jerome Powell puede confirmar el hecho de que la Fed aflojará el ritmo de la subida de tipos de interés clave en diciembre de 2022. También puede recordar a los ciudadanos estadounidenses que el combate contra la inflación durará hasta 2023.
Jerome Powell brindará un discurso dedicado a los problemas del mercado laboral. El evento organizado por Brookings Institution en Washington tendrá lugar el miércoles. Será uno de los últimos discursos de los políticos antes de la reunión del FOMC del 13 al 14 de diciembre. Powell tendrá la oportunidad de modificar los anuncios recientes sobre los planes del FOMC para aumentar la tasa de referencia en 50 puntos básicos después de cuatro aumentos consecutivos de 75 puntos básicos.
Sin embargo, mucho dependerá de las cifras de inflación de noviembre. Cualquier cambio negativo puede afectar la decisión y hacer que la Fed regrese a la política agresiva. Dado que la inflación aún está por encima del objetivo del 2% del banco central, es probable que el discurso contenga comentarios sobre ritmos de aumento de tasas de interés más bajos y su mayor aumento. La tasa de interés se encuentra actualmente en su nivel más alto visto por última vez hace 15 años.
También hay quienes creen que Powell puede usar su discurso para mantener un enfoque agresivo, prestando atención al mercado laboral, que aún no ha visto problemas serios incluso en el contexto de tasas de interés tan altas. Por lo tanto, Powell puede aprovechar este momento y usar la dinámica del mercado laboral como una razón por la cual deben continuar con su dura política. Sin embargo, la mayoría de los inversores esperan que la Fed reduzca la velocidad de endurecimiento de su política monetaria el próximo mes. También creen que la tasa de referencia puede alcanzar su máximo de 5,00% el próximo año.
Aunque el presidente de la Fed puede insinuar un enfoque más laxo para nuevas subidas de tipos, también puede recordar a los mercados que el regulador no va a cambiar la política de forma abrupta y seguirá endureciendo hasta que haya pruebas convincentes de una disminución constante de la inflación.
Las actas de la reunión del 1 y 2 de noviembre revelaron que los funcionarios apoyan algunos cambios en la política. La mayoría coincide en que pronto podría ser necesario ralentizar el ritmo de subida de tipos de interés. El hecho de que haya una tendencia moderada bastante fuerte en los protocolos del FOMC apuntalará los activos de riesgo y conducirá a una nueva ola de crecimiento en el euro y la libra esterlina. Como mencioné anteriormente, hay un acuerdo notable en el comité para reducir el ritmo de las subidas de tipos. Este es el punto de vista principal apoyado por el Vicepresidente Lael Brainard. Sin embargo, es demasiado pronto para decir que los demás miembros del comité también lo apoyarán.
En septiembre, los funcionarios esperaban que la tasa de interés clave alcanzara el 4,4 % para fines de año y el 4,6 % para fines de 2023. La perspectiva se ajustará el próximo mes.
Desde el punto de vista técnico, la presión sobre el dólar estadounidense se debilitó, limitando así una subida del euro cerca de su máximo mensual. De seguir subiendo, el euro debería romper por encima de 1,0390 y 1,0430. Esto le permitirá subir a 1,0480 y 1,0530. Entonces, el precio puede saltar fácilmente a 1,0570. En caso de caída, solo una ruptura del nivel de soporte de 1,0340 empujará el precio a 1,0290, aumentando así la presión sobre el par. En este caso, el activo puede caer al mínimo de 1,0260.
Mientras tanto, la libra esterlina mantiene su posición. La reciente corrección a la baja no significa nada. Ahora, los compradores están tratando de proteger el nivel de soporte de 1,2030 y regresar a 1,2080. El nivel se perdió durante el comercio asiático. Una ruptura de 1,2080 permitirá que el par suba a 1,2130.
Entonces, la libra esterlina puede incluso saltar a 1,2180 y 1,2230. Si los bajistas ganan control sobre 1,2030, volverá la presión sobre el activo. En este caso, el par libra/dólar se deslizará a 1,1960.
