Al final del año saliente, no hay nada mejor que pensar en el siguiente. Durante diciembre señalé casi todos los días que los márgenes de las ondas de los dos instrumentos que estoy revisando apuntan a una subida de la divisa estadounidense. La demanda de dólares aún no ha aumentado, pero el mercado podría tener pronto razones muy tangibles para comprar la divisa estadounidense. ¿Cuáles son esas razones?
La primera razón es el antiguo y poco amistoso COVID. A principios de 2022, cuando las economías de muchos países del mundo consiguieron recuperarse de la pandemia y se inventaron las vacunas, el virus fue olvidado por todos. En febrero estalló un conflicto militar entre Ucrania y Rusia y el mundo entero se centró por completo en él, sin recordar que hace un año el mundo entero estaba en cuarentena. Sin embargo, el virus no ha sido completamente derrotado y no ha desaparecido. En China se ha producido un aumento espectacular del número de casos de coronavirus en los últimos meses. Cabe señalar que China es un país bastante cerrado, donde los medios de comunicación a menudo no pueden analizar cualquier acontecimiento a su antojo. Lo que digo es que si el gobierno informa (por ejemplo) de 50.000 casos de enfermedad, en realidad podría haber hasta 200.000 o 300.000. Si la economía china vuelve a sufrir restricciones y cierres, se contraerá. Y la economía china es la segunda del mundo. Esto significa que otros países cuyas economías y relaciones comerciales están estrechamente ligadas a China también tendrán problemas económicos. Y actualmente se importan productos chinos a casi todos los países del mundo. La demanda de dólares podría entonces aumentar ante el temor de una nueva oleada de epidemias, como ocurrió a principios de 2020.
La segunda razón es el conflicto militar entre Ucrania y Rusia. La escalada es posible, las negociaciones son imposibles. Probablemente ya sea obvio para todos que este conflicto se prolongará durante muchos años. La gran noticia de los últimos tiempos ha sido la imposición de restricciones a los precios de importación de petróleo y gas procedentes de la Unión Europea. Para el petróleo, el precio se ha fijado en 60 dólares y el precio actual del barril de petróleo de los Urales rusos es inferior. Con el gas la cuestión es mucho más fundamental, ya que la UE puede comprar suficiente petróleo a otros países, pero con el gas la situación es mucho más complicada. El mercado asume que Moscú podría agravar el conflicto del gas con la UE y simplemente negarse a entregar el combustible azul. Tras el sabotaje del Nord Stream, no me cabe duda de que también es una posibilidad. Y la demanda de la divisa estadounidense podría aumentar también, a medida que sigan creciendo las tensiones geopolíticas. Ya está creciendo cada semana o cada mes, a medida que las relaciones entre Occidente y Rusia no hacen más que deteriorarse. Estados Unidos y la UE entregan cada vez más armas, sistemas de defensa antiaérea y antimisiles a Ucrania, y aprueban cada vez más paquetes de ayuda. Rusia tampoco tiene intención de retractarse de sus objetivos en el conflicto.
Basándome en este análisis, llego a la conclusión de que el tramo de tendencia alcista se ha complicado hasta convertirse en un patrón de cinco ondas y está a punto de completarse. Por lo tanto, aconsejo vender con los objetivos situados cerca del nivel de 0,9994, que corresponde al 323,6% según Fibonacci. Existe una probabilidad de complicación del tramo alcista y de que tome una forma aún más larga, y la probabilidad de este escenario sigue siendo alta, pero ahora tenemos una señal bajista.
El patrón de onda del instrumento GBP/Dólar apunta a la construcción de un nuevo tramo bajista. Ya no puedo aconsejar la compra del instrumento, ya que el patrón de onda permite el inicio de la construcción de la sección de tendencia bajista en este momento. La venta es más correcta ahora con objetivos cerca de 1,1707, que equivale al 161,8% de Fibonacci. La onda e podría adoptar una forma aún más extendida, pero es probable que haya terminado.
