La conclusión clave del informe del PIB del cuarto trimestre de ayer fue que el crecimiento económico en los EE.UU. fue sólido a fines de 2022, gracias a la solidez del mercado laboral y las menores presiones inflacionarias.
La Oficina de Análisis Económico (BEA) dijo que el PIB ajustado por inflación aumentó un 2,9% interanual en el cuarto trimestre de 2022. Sin embargo, en comparación con el tercer trimestre de 2022, la cifra es menor porque el crecimiento en ese momento fue del 3,2%.
Lo más probable es que la razón del crecimiento sea el informe de gasto del consumidor, que aumentó un 2,1%. La segunda mitad del año pasado también fue muy diferente porque el comienzo de 2022 fue una época de recesión económica. Estados Unidos se ha recuperado desde entonces, y las agresivas subidas de tipos por parte de la Fed no condujeron a una recesión más profunda. Sin embargo, cabe señalar que el crecimiento promedio del PIB fue solo del 1% el año pasado, muy inferior al de 2021, que es del 5,7%.
Si la Reserva Federal no aumenta las tasas en más de un punto porcentual en las próximas dos reuniones del FOMC, el sentimiento alcista persistirá en el mercado de metales preciosos.
Actualmente, se pronostica que el informe PCE básico muestre una disminución del 4,7% en noviembre al 4,4% en diciembre.
Muchos analistas creen que la inflación seguirá cayendo, pero se detendrá en un cierto nivel que está muy por encima del objetivo de la Fed del 2%. Si este supuesto se cumple, la Fed se enfrentará a más problemas, es decir, subirá el objetivo del 2% o seguirá siendo agresiva durante un período más largo.
