El bitcoin se mantiene por encima del nivel de los 30.000 dólares y el éter cotiza cerca de su máximo anual, preparándose para romperlo en cualquier momento y reanudar su tendencia alcista.
Mientras tanto, hay rumores de que el Reino Unido podría aprobar leyes especiales destinadas a regular la industria de la criptodivisa en los próximos 12 meses. Ya en febrero de este año, el gobierno británico esbozó planes para regular los criptoactivos, abriéndose a sugerencias y consultas desde el exterior. El periodo de consulta finaliza el 30 de abril y es probable que después haya un gran debate, que puede no gustar a los criptoentusiastas.
En una entrevista reciente, Andrew Griffith, secretario económico del Tesoro británico, afirmó que la regulación de las criptomonedas podría empezar dentro de un año aproximadamente. "Estamos desarrollando nuestro propio conjunto de normas en torno al mercado de criptomonedas, que el Reino Unido no tiene en este momento", dijo Griffith. "Tenemos la oportunidad de movernos rápidamente y estoy definitivamente interesado en que aprovechemos al máximo esa oportunidad".
Las jurisdicciones de todo el mundo, desde Dubai a Singapur, están intentando posicionarse como lugares favorables a la criptomoneda para animar a las empresas a establecerse allí. Mientras tanto, EE.UU. ha adoptado una postura dura contra las empresas de criptomoneda, y sus reguladores han intensificado las medidas para hacer cumplir la ley contra las empresas.
La posición del Reino Unido en este asunto es bastante "turbia". Por un lado, el país quiere posicionarse como un lugar para las empresas de criptomoneda. Ya el año pasado, Rishi Sunak, entonces ministro de Finanzas británico y ahora primer ministro, declaró que su objetivo era convertir al Reino Unido en un "centro mundial de la tecnología de criptoactivos". Por otro lado, muchos expertos temen que la nueva ley que regula la industria de las criptomonedas perjudique gravemente el estado actual de las cosas.
Como señaló Andrew Griffith, muchas empresas de criptomoneda han manifestado que necesitan claridad en las normas y leyes, lo que ha llevado al Gobierno a redactarlas. "En EE.UU., la Comisión de Bolsa y Valores ha utilizado las normas existentes para los valores con el fin de regular el mercado de criptodivisas, aunque éste no es exactamente el enfoque correcto", afirmó Griffith. También dijo que el enfoque británico de la regulación combinaría tanto las normas existentes como las nuevas.
"Siempre que sea posible, queremos que el mismo activo, la misma transacción se regule de la misma manera. Pero hay algunos matices adicionales, especialmente en criptoactivos y blockchain, y queremos lidiar con eso", añadió el político.
En cuanto al panorama técnico actual del bitcoin, podemos hablar de un crecimiento continuo sólo después de mantener el control sobre el nivel de 30.000 dólares, que probablemente se pondrá a prueba en un futuro próximo. Esto dará la oportunidad de construir un mercado alcista con la perspectiva de subir a 31000 dólares. El objetivo más lejano sería la zona de los 32300 dólares, donde podría producirse una gran recogida de beneficios y un retroceso del bitcoin. En caso de un retorno de la presión sobre el instrumento comercial, la atención se centrará en la protección de los 30000 dólares y los 29100 dólares. Una ruptura de estos sería un golpe para el activo, abriendo un camino directo a los 28060 dólares. La ruptura de este nivel también "dejaría caer" a la primera criptomoneda del mundo hasta la zona de los 26600 dólares.
El foco de los compradores de ether se centra ahora en mantener bajo control el soporte más cercano en los 2020 dólares y en romper la resistencia más cercana en los 2120 dólares con la perspectiva de alcanzar los 2280 dólares. Sólo esto permitirá una continuación de la tendencia alcista, lo que llevaría a un nuevo impulso del ether hacia la zona de los 2430 dólares. Superarla permitiría alcanzar los 2600 dólares. Si vuelve la presión sobre ETH, entrará en juego el nivel de 2020 dólares. Por debajo se encuentra la zona de los 1920 dólares. Una ruptura allí empujaría al instrumento de negociación a un mínimo de los 1840 dólares.
