La semana pasada, la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) publicó el índice de Gastos de Consumo Personal (PCE, por sus siglas en inglés) para julio de 2023. El informe contiene los últimos datos sobre inflación y es un punto de referencia preferido para la Reserva Federal.
Según el informe, está claro que la inflación es una preocupación para la mayoría de los estadounidenses. El índice de precios del PCE básico, excluyendo alimentos y energía, aumentó del 4,1% al 4,2%. Sin embargo, a pesar de los precios crecientes, los consumidores estadounidenses aumentaron su gasto en un 0,8% en julio, mientras que los ingresos personales solo aumentaron en un 0,2%. En términos mensuales, el PCE básico aumentó en un 0,2%.
Las reclamaciones semanales de desempleo también disminuyeron en 4.000 a 228.000, la mayor caída en los últimos seis meses. También es evidente a partir de los datos que la tasa de ahorro disminuyó en un 3,5%, lo que indica que el crecimiento en el gasto del consumidor no es sostenible.
La economía de EE. UU. ha salido de un período recesivo y ha entrado en un período de fuerte crecimiento económico. El Banco de la Reserva Federal de Atlanta ha estimado que el crecimiento del PIB en el tercer trimestre será del 5,9%, lo cual es un 0,1% más alto que la previsión del 16 de agosto.
Tales noticias sobre una economía fuerte en medio de presiones inflacionarias plantean un desafío para el Sistema de la Reserva Federal. Complica significativamente la tarea de la Reserva Federal de reducir la inflación al nivel objetivo del 2% mientras asegura el pleno empleo.
Basándose en estos datos, es probable que el Sistema de la Reserva Federal mantenga su política monetaria agresiva y restrictiva. Según la herramienta Fedwatch del CME, hay una probabilidad del 89% de que la Reserva Federal no aumente su tasa de interés de referencia en la reunión del FOMC de septiembre. Además, según este indicador de probabilidad, la probabilidad de aumentos en la tasa de interés en la reunión de noviembre es del 57,1%, y en diciembre es del 56,1%.
Gracias a esta información y a las noticias del viernes sobre cambios en el empleo no agrícola, el dólar se fortaleció y subió durante dos días, volviendo a un nivel de tres meses.