El dólar estadounidense reaccionó con cierta moderación a la noticia de que la inflación de EE.UU. en agosto de este año aumentó más que en un año, ya que el encarecimiento de los carburantes agravó los ya de por sí ajustados presupuestos familiares. Según el informe, el índice de precios al consumo subió un 0,6% en agosto con respecto al mes anterior, la cifra más alta desde que la inflación alcanzó un máximo de cuatro décadas en junio de 2022. El coste de la gasolina representó más de la mitad del aumento, según un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales. También aumentó el precio de los productos de primera necesidad.
Incluso si se excluyen los precios de la energía y los alimentos, el llamado índice de precios de consumo básico también se aceleró mes a mes por primera vez desde febrero de este año. Pero hay que reconocer que la cifra anualizada cayó significativamente. Con este trasfondo, es difícil especular sobre cómo se comportarán los responsables de la Reserva Federal en la reunión de septiembre del comité, que tendrá lugar ya la semana que viene. De ahí la reacción tan comedida, tanto en el mercado de divisas como en el de acciones.
Se puede decir que las cifras de ayer empiezan a agravar una vez más la tensión financiera a la que se enfrentan las familias estadounidenses desde hace año y medio. Aunque los precios no están subiendo tan rápido como en 2022, casi todo es más caro de lo que solía ser, lo que hace que el poder adquisitivo descienda. Para ser justos, eso es exactamente lo que la Reserva Federal está tratando de hacer, ya que sería poco probable lograr una desaceleración en el aumento de los precios de otra manera. Hoy, por cierto, se publican las ventas minoristas de agosto, que mostrarán cómo gastan su dinero los hogares.
Otro informe de ayer mostró que los salarios ajustados a la inflación aumentaron sólo un 0,5% respecto al año anterior, lo que supone el segundo mes de ralentización del crecimiento de los ingresos. Esto agrava aún más la crisis del coste de la vida. Los costes de la energía aumentaron significativamente, incluido un incremento mensual del 10,6% en los precios de la gasolina, la mayor subida desde marzo del año pasado. Los costes de los servicios públicos también han subido. Los precios de los alimentos, aunque subieron, lo hicieron al ritmo más lento en dos años.
El informe refuerza los temores de que la dinámica de crecimiento de la economía estadounidense lleve de nuevo a un fortalecimiento de las presiones sobre los precios, lo que obligará a los funcionarios de la Reserva Federal a adoptar una postura más dura, si no en esta, en la próxima reunión del comité. Sin embargo, existe la posibilidad de que se mantenga la postura moderada, ya que el IPC subyacente anual que he mencionado anteriormente subió sólo un 4,3% interanual en agosto, lo que supuso un descenso bastante fuerte.
En cualquier caso, la demanda del dólar estadounidense, incluso con los indicadores actuales, se mantendrá claramente, ya que la Fed no va a abandonar su política de endurecimiento en un futuro próximo.
En cuanto al panorama técnico actual del par EUR/USD, los osos han aflojado un poco. Los compradores deben mantenerse por encima de 1,0730 para mantener el control. Esto permitirá volver a 1,0770. Desde este nivel es posible subir a 1,0800, pero será bastante problemático hacerlo sin el apoyo de los grandes operadores. En caso de que el instrumento de negociación baje sólo alrededor de 1,0730, espero alguna acción seria de los grandes compradores. Si no hay nadie, sería bueno esperar una actualización del mínimo de 1,0700 o abrir posiciones largas desde 1,0665.
En cuanto al panorama técnico del par GBPUSD, la presión sobre la libra se mantiene. Podemos contar con un fortalecimiento sólo después de controlar el nivel de 1,2530. La vuelta de este rango nos devolverá la esperanza de una recuperación hasta la zona de 1,2560, tras lo cual podremos hablar de una subida más brusca de la libra hasta la zona de 1,2700. Si el par cae, los osos intentarán tomar el control de 1,2470. Si lo consiguen, una ruptura del rango asestará un golpe a las posiciones de los toros y empujará al par GBPUSD al mínimo de 1,2440 con la perspectiva de alcanzar 1,2400.
