De acuerdo con los analistas de Saxo Bank, existe la posibilidad de que el oro caiga hasta los 1800 dólares por onza.
Sin embargo, cualquier debilidad a corto plazo no cambia el pronóstico alcista fundamental a largo plazo para el metal precioso. Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, afirmó que la venta debería haber ocurrido antes, teniendo en cuenta el rendimiento de los bonos y la fortaleza del dólar. Sin embargo, el oro ha mantenido su precio durante mucho tiempo, y incluso después de la venta, los precios siguen siendo relativamente altos.
La debilidad del oro tiene sentido ya que la Reserva Federal continúa endureciendo su política monetaria. La semana pasada, el banco central mantuvo las tasas de interés sin cambios, pero advirtió que se mantendrán altas para llevar la inflación al objetivo del 2%. También se espera otro aumento en noviembre.
Según Ole Hansen, a pesar de que la Reserva Federal está frenando el crecimiento económico con tasas elevadas, e incluso si puede lograr un aterrizaje suave de la economía, el endurecimiento continuo de la curva de rendimiento sugiere una recesión inminente. Hansen cree que la stagflación se avecina, lo que mantiene el oro en los niveles actuales.
Dado que las perspectivas económicas de Estados Unidos para los próximos meses parecen inciertas, es poco probable que la demanda de oro como cobertura contra un aterrizaje suave desaparezca. Basándose en esta lógica, los analistas de Saxo Bank mantienen una visión alcista paciente del metal precioso.
En cuanto a cuán bajo pueden caer los precios, no se descarta que puedan bajar hasta los 1800 dólares por onza, pero también es posible que haya una resistencia significativa en torno a los $1850 en los futuros y $1857.72 en el mercado al contado.