El par euro-dólar vuelve a probar la cuarta cifra, lo que refleja el fortalecimiento de la divisa estadounidense. El índice del dólar estadounidense se ha acercado a los límites de la figura 107, el valor más alto desde noviembre de 2022. Todos los principales pares de divisas del "grupo principal" cambiaron su configuración en consecuencia. Los comentarios halcones de los representantes de la Fed, así como el crecimiento del índice manufacturero ISM hicieron su trabajo: el billete verde volvió a estar muy solicitado. Las batallas políticas en el Congreso, así como la fuerte caída del índice Hang Seng, no hicieron sino echar leña al fuego, reforzando el sentimiento anti-riesgo en los mercados. En general, el terreno es ahora fértil para un mayor fortalecimiento de la divisa estadounidense. Los halcones de la Fed consiguieron restaurar la confianza del billete verde tras el golpe del viernes.
Permítanme recordarles que el viernes pasado conocimos la dinámica del índice PCE subyacente, que se situó en el 3,9%. Por primera vez en muchos meses (concretamente desde otoño de 2021), el indicador de inflación más importante para la Fed cayó por debajo de la marca del 4%. Y aunque el indicador salió en el nivel previsto, el dólar reaccionó de forma bastante dolorosa al resultado de agosto. La probabilidad de una subida de las tasas de interés en la reunión de noviembre cayó a casi el 20% (según la herramienta FedWatch de la CME). Los compradores del par EUR/USD aprovecharon la situación para organizar una "contraofensiva correctiva". Pero tras alcanzar el nivel de resistencia de 1,0610 (línea Tenkan-sen en el marco temporal D1), el impulso alcista se desvaneció. Los compradores fijaron sus beneficios, tras lo cual la iniciativa en el par pasó de nuevo a los vendedores.
Los acontecimientos fundamentales de ayer no hicieron sino reforzar las posiciones de los osos del par EUR/USD. Dos representantes de la Reserva Federal anunciaron la necesidad de volver a subir las tasas de interés antes de que finalice el año en curso, es decir, en noviembre o diciembre. Así, Loretta Mester, presidenta del Banco de la Reserva Federal de Cleveland, señaló que lo más probable es que la Fed tenga que subir las tasas una vez más este año, ya que los riesgos para la inflación se han desplazado ahora al alza. También reiteró la tesis principal de la reunión de septiembre de la Fed: que el regulador tendrá que mantener las tasas altas "durante bastante tiempo" para garantizar el retorno a una inflación del dos por ciento.
Michelle Bowman, miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed, expresó una postura similar. Según ella, subir más la tasa de interés y mantenerla en el nivel alcanzado durante mucho tiempo "sería apropiado". Bowman subrayó que está dispuesta a apoyar la decisión de subir la tasa en la reunión de noviembre, "si los datos publicados para entonces muestran que el progreso en la reducción de la inflación se ha estancado o es demasiado lento". Cabe señalar que Michelle Bowman tiene derecho de voto permanente en el Comité, según su cargo.
En el contexto de estas declaraciones de línea dura, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años alcanzó un récord de varios años, subiendo al 4,70% (el más alto desde 2007). La subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro fortaleció la demanda del billete verde, que a su vez renovó máximos de varios meses.
El índice ISM manufacturero proporcionó un apoyo adicional al dólar. Aunque la actividad empresarial en el sector manufacturero estadounidense en septiembre siguió manteniéndose en la zona de contracción (el índice se situó por debajo del valor de 50 puntos), el índice mostró una dinámica alcista: frente a la previsión de una caída a 47,2 puntos, subió a 49 puntos (mientras que el índice de empleo subió a 51,2, el índice de nuevos pedidos - a 49,2).
Otros factores fundamentales también sirven de apoyo a la divisa estadounidense. En primer lugar, persiste la amenaza de cierre. En las últimas horas previas al 1 de octubre, el Congreso estadounidense aprobó una ley de financiación temporal del Gobierno (hasta el 17 de noviembre). Esta medida desbloqueó el acceso de las autoridades a 16.000 millones de dólares, lo que permitió evitar el cierre de la financiación gubernamental. Pero queda por delante la votación del presupuesto anual, y ahí es donde se desarrollará la principal batalla política. El respiro temporal de mes y medio irá acompañado de la amenaza constante de un cierre.
El sentimiento anti-riesgo en los mercados también crece por otra razón: en la bolsa de Hong Kong "está cayendo casi todo". A la cabeza de los acontecimientos están el sufrido sector inmobiliario, la energía y las finanzas. El índice Hang Seng cayó un 3,4% y el MSCI Asia Pacific casi un 10% desde su máximo de julio. Estas son las consecuencias de las declaraciones de línea dura de los funcionarios de la Reserva Federal comentadas anteriormente. Los futuros de las bolsas europeas y estadounidenses también están a la baja, mientras que China está de vacaciones durante una semana para conmemorar el 74º aniversario de la fundación de la República Popular.
Así pues, todos los factores fundamentales mencionados permiten al dólar mostrar carácter, incluso cuando está emparejado con el euro, que se ve obligado a seguir a la divisa cotizada. En estos momentos, el par EUR/USD está probando el nivel de soporte de 1,0480, que corresponde a la línea inferior del indicador de las Bandas de Bollinger en el marco temporal D1. El precio se encuentra por debajo de todas las líneas del indicador Ichimoku, que ha formado una señal bajista "Desfile de Líneas". Si los osos venden la barrera de precios de 1,0480, abrirán el camino hacia el siguiente nivel de soporte de 1,0420 (línea inferior de las Bandas de Bollinger en H4).
