El dólar australiano, en par con la divisa estadounidense, está mostrando un crecimiento correctivo tras la impulsiva caída observada la semana pasada (el mínimo se registró en 0,6290). El par sube por segundo día consecutivo, haciendo caso omiso de la dinámica contradictoria del billete verde. El índice del dólar estadounidense no puede decidir el vector de su movimiento esta semana. La caída de ayer al nivel de 105,97 fue sustituida por el crecimiento de hoy (el índice ya ha marcado en 106,24). Pero el dólar australiano hace caso omiso de estas fluctuaciones, tratando de desarrollar una maniobra hacia el norte. Esto indica que el par aud/usd crece no sólo por la indecisión de los toros del dólar, sino también por el fortalecimiento del dólar australiano. Esta suposición se ve confirmada por la dinámica de los principales pares cruzados con la participación del dólar australiano - en particular, aud/nzd y aud/jpy.
Las actas de la reunión de octubre del Banco de la Reserva de Australia publicadas hoy proporcionaron un apoyo adicional al dólar australiano. Las tesis clave del documento eran de línea dura, lo que permitió a los compradores del par aud/usd organizar otra contraofensiva.
Recordemos que el Banco de la Reserva decepcionó al dólar australiano al término de su última reunión. Aunque la mayoría de los participantes en el mercado confiaban en que el RBA mantendría la tasa sin cambios (aquí se cumplieron sus expectativas), también confiaban en que el regulador endureciera su retórica, reaccionando al aumento de la inflación en agosto. Pero no fue así: el Banco Central no cambió la redacción de la declaración que acompañaba al comunicado, y Michelle Bullock (para quien esta reunión era su primera al frente del Banco Central) mantuvo una actitud prudente en sus comentarios.
Dada esta disposición, era difícil suponer que las actas de la reunión de octubre sirvieran de apoyo al dólar australiano. No se esperaba nada sobrenatural de la publicación de hoy.
Pero el documento ha dado una sorpresa. Al menos su tono fue un poco más duro que el de la declaración que lo acompañaba. En concreto, el regulador dijo que en la reunión de octubre los miembros del Consejo consideraron dos opciones: Una subida de tasas de 25 puntos y mantener la tasa sin cambios. Y aunque la balanza se inclinó a favor de la segunda opción, los representantes del RBA admitieron que los riesgos al alza para la inflación "son muy preocupantes".
Aquí cabe recordar que, según los últimos datos, el índice de precios al consumo subió en agosto de forma bastante pronunciada, hasta el 5,2%. A modo de comparación, en abril de este año el índice estaba en el 6,7%, pero tras varios meses de descenso se situó en el 4,9%. Entonces el IPC empezó a subir de nuevo. La estructura del informe apunta a que los aumentos de precios más significativos se produjeron en vivienda (+6,6%), seguros y servicios financieros (+8,8%), transporte (+7,4%), alimentos y bebidas no alcohólicas (+4,4%).
En las actas de la reunión de octubre, los miembros del RBA dejaron claro que permiten otra ronda de subidas de tasas en un futuro próximo. Según ellos, podría ser necesario un nuevo endurecimiento "si la inflación es más persistente de lo previsto". Dicho esto, cabe destacar dos frases citadas en el documento. La primera es la frase de que el progreso en la reducción de la inflación - especialmente en el sector servicios - se ha ralentizado significativamente. La segunda frase complementa a la primera: se afirma que el Consejo tiene una "baja tolerancia a un retorno más lento de la inflación al objetivo".
Todo ello indica que los miembros del regulador están preparados para un endurecimiento monetario adicional. La inflación de agosto decepcionó al RBA, pero para tener una imagen completa (y tomar decisiones) necesitamos los datos de septiembre y trimestrales, y no se publicarán hasta el 25 de octubre. Las actas contienen indicios en este sentido. Se afirma que, a pesar de que los argumentos a favor de mantener la tasa de interés en octubre eran "más convincentes", la reunión de noviembre contará con datos más completos: sobre inflación y empleo. El banco central también publicará previsiones macroeconómicas actualizadas.
Así pues, el Banco de la Reserva de Australia podría recurrir a una nueva subida de las tasas de interés el mes que viene, pero la decisión se basará (entre otras cosas) en los datos que se publiquen a finales de octubre. Si el índice de precios al consumo refleja una aceleración de la inflación en septiembre (y sobre todo) en el tercer trimestre, las posibilidades de una subida de las tasas de 25 puntos en noviembre aumentarán considerablemente.
Desde el punto de vista técnico, el par aud/usd está probando actualmente el nivel de resistencia de 0,6370, que corresponde a la línea Tenkan-sen en el marco temporal D1. Se recomienda considerar las posiciones largas sólo después de que los compradores se consoliden por encima de este objetivo. En este caso, los próximos objetivos del movimiento hacia el norte serán 0,6400 (línea Kijun-sen) y 0,6450 (línea inferior de la nube Kumo en el mismo marco temporal).
