Según la declaración del ex alto funcionario de la autoridad monetaria japonesa, Tatsuo Yamasaki, es poco probable que el yen suba por encima de 152. Es probable que el yen recupere su fuerza el próximo año, ya que el Banco de Japón podría abandonar su política de tasas de interés negativas. Se espera que esto ocurra no antes de abril, cuando los responsables de la formulación de políticas revisarán los resultados de las negociaciones laborales anuales celebradas en la primavera y considerarán otros indicadores.
El año pasado, la debilidad del yen llevó a un aumento en los precios de importación, lo que, a su vez, causó inflación. Sin embargo, este año, la influencia del yen se ha debilitado en cierta medida, y la diferencia de tasas de interés con los Estados Unidos, que contribuyó a la depreciación del yen, comenzó a estrecharse. Esto liberó a las autoridades de la intervención.
Las autoridades han identificado la volatilidad del mercado de divisas como un factor clave para determinar la necesidad de intervención. La última intervención gubernamental en intervenciones cambiarias fue en octubre del año pasado, cuando el dólar saltó a 152 yenes. En ese momento, los funcionarios estaban vendiendo dólares y comprando yenes.
Como diplomático financiero de Japón de 2014 a 2015 en el cargo de Vice Ministro de Finanzas para Asuntos Internacionales, Yamasaki desempeñó un papel operativo en intervenciones a gran escala en el mercado de divisas para evitar un fortalecimiento brusco del yen. Por lo tanto, Yamasaki afirmó que no se puede descartar la intervención gubernamental.
