Tras la reunión de diciembre de la Reserva Federal, el dólar se encontró en una profunda caída. El regulador estadounidense implementó inesperadamente un escenario moderado, mientras que la mayoría de los participantes del mercado esperaban una postura agresiva moderada por parte del banco central. Los mercados reaccionaron en consecuencia: el índice del dólar estadounidense actualizó un mínimo de cuatro meses, cayendo hasta la base de la cifra 102, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años alcanzó un mínimo de casi 5 meses (3,95 %), y el par EUR/USD alcanzó un máximo de dos semanas, rondando alrededor de la cifra 1,09.
Entonces, ¿qué sucedió? En resumen, la Reserva Federal dejó de jugar junto a los alcistas y comenzó a discutir la estrategia de facilitar la política monetaria en 2024. Se podría decir que el regulador cambió su tono: en reuniones anteriores, el banco central expresó la misma frase, indicando esencialmente que la Fed está lista para mantener la tasa en el nivel actual durante un período prolongado y podría aumentarla adicionalmente si fuera necesario. Ahora, según el presidente de la Fed, Jerome Powell, el regulador se enfoca en evitar un error al mantener las tasas demasiado altas durante demasiado tiempo, considerando las expectativas de desaceleración del crecimiento económico y un "progreso real" en la lucha contra la inflación.
Durante la conferencia de prensa final, Powell reconoció que los miembros de la Reserva Federal han comenzado a discutir cuándo sería apropiado comenzar a reducir la tasa de interés. Anteriormente, este tema se consideraba un "tabú": al responder preguntas correspondientes, el jefe de la Reserva Federal dijo que aún no era el momento de hablar sobre facilitar la política monetaria, ya que la inflación aún está lejos del nivel objetivo.
Sin embargo, los informes recientes de inflación, incluido el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre, reflejaron una nueva desaceleración de la inflación, acercándola al ansiado nivel del dos por ciento. Según Powell, muchos miembros del comité hablaron sobre sus pronósticos de tasas durante la reunión de la Fed, y como resultado de esta discusión, "surgió la impresión de que la reducción de tasas se convertiría en un tema para conversaciones futuras".
Cabe recordar que el gobernador de la Fed, Christopher Waller, planteó por primera vez el tema de facilitar la política monetaria en noviembre, afirmando que el regulador tendría que poner este tema sobre la mesa si la inflación continuaba disminuyendo ("dos, tres, cuatro meses"). Waller es conocido por su postura agresiva, por lo que una declaración así ejerció una presión significativa sobre el dólar. Sin embargo, posteriormente se publicaron las nóminas no agrícolas, fortaleciendo la confianza de los alcistas del dólar, ya que casi todos los componentes de la publicación estaban en la "zona verde" (reducción de la tasa de desempleo al 3,7 % y un aumento en el número de empleados en 199.000). Por lo tanto, en la previa a la reunión de diciembre, el mercado no estaba seguro de que el regulador implementaría un escenario moderado y comenzaría a discutir las perspectivas de reducción de tasas.
El mercado cometió un error. La Reserva Federal ignoró el "tono verde" de las nóminas no agrícolas de noviembre (en gran parte debido a la resolución de huelgas en el sector industrial y entre los actores de Hollywood) y se centró en la inflación, donde se evidencia una clara tendencia a la baja. El Índice de Precios al Consumidor, los salarios, el Índice de Precios al Productor, el índice PCE central y el índice de precios de importación, todos estos indicadores en octubre-noviembre ingresaron a la "zona roja" (o al nivel pronosticado). Al mismo tiempo, el índice manufacturero ISM también tenía un tono rojo, indicando tendencias preocupantes.
En la declaración adjunta, el regulador señaló que el crecimiento de la actividad económica se ha desacelerado en comparación con las tasas elevadas del tercer trimestre, "según indican los recientes datos macroeconómicos". Respecto a la situación del mercado laboral, el banco central señaló que el crecimiento del empleo se ha vuelto más moderado en comparación con el comienzo del año, "pero sigue siendo fuerte", y la tasa de desempleo permanece baja. Mientras tanto, la inflación en el último año se ha "debilitado significativamente".
El gráfico de puntos actualizado también reflejó un sentimiento moderado entre los miembros del regulador estadounidense. Así, según la mayoría de los miembros de la Fed, la tasa se reducirá en 75 puntos básicos el próximo año. Sin embargo, los expertos esperaban ver perspectivas de una reducción de 50 puntos en el gráfico. Los funcionarios también esperan que la tasa disminuya aún más, hasta el 3,75 % en 2025.
En otras palabras, la Reserva Federal dejó de ser aliada del dólar, ya que ha cambiado fundamentalmente el tono de su retórica. Esencialmente, el regulador ha delineado el tema principal de 2024: facilitar la política monetaria. Ahora, en la comunidad de expertos, las discusiones girarán en torno al momento, ritmo y escala de la reducción de tasas de interés.
Según la herramienta CME FedWatch, la probabilidad de una reducción de 25 puntos en marzo ha aumentado al 72 %. Al mismo tiempo, la probabilidad de una reducción de 50 puntos en la reunión de mayo es actualmente del 70 %.
Obviamente, en tales condiciones, la naturaleza fundamental del dólar estará bajo una presión significativa, incluido frente al euro. Así, los compradores de EUR/USD superaron con confianza el nivel de soporte de 1,0880 (la línea media del indicador de Bandas de Bollinger en el gráfico diario) y actualmente se encuentran entre la línea media y superior de las Bandas de Bollinger, así como por encima de todas las líneas del indicador Ichimoku, que formó una señal alcista de "Desfile de Líneas". Todo esto indica la fortaleza del movimiento ascendente. El objetivo del movimiento ascendente es el nivel de 1,1010, la línea superior de las Bandas de Bollinger en el mismo marco de tiempo.
