El dólar australiano está mostrando bastante volatilidad en el par con la divisa estadounidense, pero en realidad está pisoteando en el mismo lugar. Echemos un vistazo al gráfico diario del par aud/usd: en lugar de velas japonesas sólo hay sombras. Superiores e inferiores. Los compradores y los vendedores toman alternativamente la iniciativa, como resultado de lo cual el par termina el día en realidad en el nivel de apertura. Tal dinámica de precios es causada no sólo por el comportamiento del billete verde, que tampoco puede decidir sobre el vector de su movimiento (el índice del dólar estadounidense se sumerge en la zona de la figura 101, y luego sale de allí), sino también por el comportamiento del dólar australiano. El dólar australiano se encuentra en estado de suspensión. Parece que los compradores del par aud/usd tienen grandes esperanzas puestas en la publicación de los datos de crecimiento de la inflación australiana el miércoles. En general, esta es la última gota que puede sacar al dólar australiano de la situación actual (sólo si la publicación sale en la "zona verde"), ya que todos los demás factores fundamentales están en contra del dólar australiano.
En particular, los operadores del par aud/usd ignoraron los datos de ventas minoristas publicados hoy en Australia. Y ello a pesar de que la cifra fue mejor de lo esperado, reflejando una subida del 2,0% (con una previsión del 1,2%). Pero el dólar australiano no se dejó impresionar por esta publicación: todas las miradas están puestas en el informe de inflación de mañana.
Según las previsiones preliminares, el índice de precios al consumo de noviembre mostrará una tendencia a la baja, cayendo hasta el 4,4%, el valor más bajo del índice desde febrero de 2022. Sin embargo, lo importante es la propia dinámica: durante dos meses (agosto + septiembre) el índice estuvo subiendo activamente, alcanzando el 5,6%, pero luego -en octubre- descendió bastante bruscamente hasta el 4,9%. Si en noviembre el índice se sitúa al menos en el nivel previsto (por no hablar de la "zona roja"), el dólar australiano sufrirá la mayor presión, ya que este hecho enterrará las esperanzas de un endurecimiento adicional del Comité de Política Monetaria este año y aumentará la probabilidad de que el Banco de Reserva de Australia tome una decisión contraria en un futuro próximo, es decir, reduzca la tasa en 15 o 25 puntos.
Permítanme recordarles que la semana pasada los periodistas de Bloomberg tuvieron acceso a documentos internos del Banco de la Reserva de Australia. Se publicaron algunos extractos de estos documentos, según los cuales el Banco Central deja constancia del impacto negativo de las elevadas tasas de interés sobre los hogares y las empresas. La investigación del Banco Central muestra que muchos residentes del país comenzaron a comprar menos bienes o comprar bienes más baratos, debido al aumento en el costo de la canasta de consumo. Además, el regulador también ha observado otra señal preocupante: el creciente número de personas que solicitan ayuda a organizaciones comunitarias para obtener apoyo alimentario. El RBA reconoció que los altos niveles de endeudamiento de los hogares mantienen el riesgo de una mayor desaceleración del país en 2024.
La información publicada indica que el sentimiento de paloma está creciendo entre el regulador australiano. Sin embargo, estos sentimientos aún no se han transformado en intenciones.
No obstante, en la última reunión del RBA se emitieron ciertas señales. Las actas de dicha reunión afirman que el Banco Central "vio signos alentadores de progreso en la reducción de la inflación básica". Al mismo tiempo, los miembros del Banco de la Reserva señalaron que el crecimiento del consumo era "bastante débil" y que muchos hogares estaban "experimentando una dolorosa contracción de sus finanzas".
Estas señales previas sugieren que el mercado podría reaccionar con bastante fuerza a una publicación sobre la inflación. Aunque otro informe (sobre el crecimiento del IPC en el cuarto trimestre de 2023, que se publicará más adelante en enero) desempeñará un papel decisivo en este sentido, la publicación de mañana provocará seguramente mucha volatilidad, especialmente si la cifra desciende más de lo previsto.
Pero incluso el nivel previsto ayudará a los osos del par aud/usd a desarrollar una tendencia bajista. La única esperanza para los compradores del par es la fuerte aceleración del IPC. En contra de las previsiones, en contra de todo pronóstico. En tal caso, el par podría volver a la línea Tenkan-sen en el marco temporal D1, es decir, a la marca de 0,6750.
Sin embargo, el escenario base sugiere una mayor caída del precio. Esto también se evidencia en la "técnica". En el gráfico diario, el par sigue entre las líneas media e inferior del indicador de las Bandas de Bollinger. Además, el indicador Ichimoku ha formado una señal de "Dead Cross", donde las líneas Tenkan-sen y Kijun-sen están por encima del precio, y la nube Kumo está por debajo. Todo esto indica que el par aún tiene posibilidades de retroceder, hasta el límite inferior de la nube mencionada, es decir, hasta 0,6550. Si al mismo tiempo el billete verde refuerza sus posiciones (por ejemplo, si el IPC estadounidense se sitúa en la zona verde), los osos podrían conquistar el límite inferior de la nube, es decir, 0,6480.
