La reunión del BCE, como se esperaba, no ofreció a los mercados ninguna nueva orientación. Las tasas se mantuvieron sin cambios y la retórica de Lagarde en la conferencia de prensa se limitó a insinuar que el primer recorte de tasas tendrá lugar en junio si la economía evoluciona según lo previsto. A menos que se produzca alguna sorpresa importante, eso es lo que ocurrirá. Los riesgos han cambiado ligeramente: mientras que a principios de semana, antes del informe de inflación de EE.UU. y de la reunión del BCE, los mercados preveían tres recortes de tasas este año, a partir del lunes por la mañana se esperan dos recortes en lugar de tres.
El BCE no ha cambiado su opinión sobre la inflación y el crecimiento económico desde su reunión de marzo. Lagarde dijo que la información recibida confirmaba en líneas generales la anterior valoración del Consejo de Gobierno sobre las perspectivas de inflación a medio plazo. Las lecturas de inflación subyacente están disminuyendo y el crecimiento salarial se está ralentizando gradualmente. Sin embargo, persisten fuertes presiones internas sobre los precios, especialmente en el sector servicios, que mantienen elevada la inflación en este ámbito, lo que plantea riesgos al alza para las perspectivas de inflación.
Los ajustes de las perspectivas de inflación se producirán con la publicación del informe de marzo de la eurozona, el miércoles 17 de abril. Los datos de Alemania y Francia no mostraron ninguna dinámica, España mostró un ligero aumento de los precios, lo más probable es que el informe sobre el conjunto de la eurozona se publique de acuerdo con las previsiones, que suponen una dinámica de crecimiento de los precios en marzo al nivel de febrero.
Después de tres semanas de contracción, la posición larga neta en euros aumentó en 2.200 millones hasta los 4.400 millones en la semana de referencia. A pesar de este aumento bastante impresionante, las perspectivas de cara al futuro siguen siendo firmemente bajistas, ya que el aumento de los rendimientos en EE.UU. está pasando a primer plano debido a una corrección de las previsiones de tasas de la Fed y el BCE. El precio de liquidación está por debajo de la media a largo plazo y se dirige hacia el sur.
El par EUR/USD actualizó el mínimo local de 1,0694, el próximo objetivo será el límite inferior del canal bajista 1,0500/50, no hay motivos para un retroceso hacia el norte. La inflación interna de la eurozona se mantiene estable, lo que explica la postura prudente del BCE, pero el principal motor de este par es el cambio en las previsiones de la tasa de los fondos federales, que claramente no favorece al euro.