Los datos del mercado laboral estadounidense del viernes rompieron la racha triunfal de crecimiento de nuevos empleos en la economía estadounidense desde finales del año pasado, que antes se había convertido en una de las razones de la negativa de facto de la Fed a empezar a recortar las tasas de interés este año.
Presentados el viernes, los valores de abril de nuevos empleos fueron notablemente inferiores a lo previsto. Así, la previsión de consenso era de un aumento de 238.000 empleos, así como que la tasa de paro se mantuviera en el mismo nivel del 3,8%. Pero las cifras resultaron no ser tan optimistas. En abril, la economía estadounidense sólo recibió 175.000 nuevos empleos, y la tasa de paro subió al 3,9%. También fueron negativos los ingresos medios por hora, que cayeron en crecimiento interanual al 3,9% desde el 4,1% y en términos mensuales al 0,2% desde el 0,3%.
¿Cómo reaccionaron los mercados a estas noticias?
El dólar cayó como se esperaba, lo que es comprensible en estas situaciones, cuando se publican cifras de empleo inesperadas, o sube con fuerza frente a las principales divisas o cae. Pero el viernes, como se esperaba, el crecimiento fue limitado, y su debilitamiento en las operaciones del lunes por la mañana no se vio respaldado, al menos de momento. El índice ICE del dólar se encuentra actualmente por debajo de la barrera de los 105,00 puntos.
Pero los mercados de renta variable han reaccionado a la noticia con notable optimismo, que parece basarse en dos pilares. El primero es la garantía del presidente de la Fed, J. Powell, de que el Banco Central no tiene previsto subir las tasas de interés, y el segundo es probablemente el renacimiento de las esperanzas de que la curva de crecimiento de nuevos empleos y todo lo que la acompañaba haya llegado a un cierto punto, tras lo cual cabe esperar una ralentización de la tendencia alcista, que puede llevar a un descenso de la inflación, seguido de que la Fed plantee el tema de los recortes de las tasas de interés en la segunda mitad de este año.
En este caso, ¿podemos contar con una dinámica estable de estos sentimientos?
Creo que todavía no. Tanto el debilitamiento del dólar como el descenso del rendimiento de los bonos del Tesoro y el crecimiento de la demanda de acciones de empresas pueden resultar temporales. Lo más probable es que sólo se produzca un cambio notable en el sentimiento del mercado cuando los datos de inflación al consumo muestren un descenso, pero por ahora el crecimiento o el descenso se basarán únicamente en expectativas especulativas y nada más.
¿Qué cabe esperar hoy en los mercados?
Creo que existe la posibilidad de que se intente continuar la tendencia del viernes, pero es poco probable que la ausencia hoy de estadísticas económicas importantes contribuya a ello. Es probable que los mercados actúen en función de historias internas más que de factores externos de peso.
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