Tras un comienzo relativamente lento en el primer trimestre, la plata ha repuntado, superando con creces al oro y negociándose a su nivel más alto en 11 años. El viernes, los precios del metal blanco superaron los 30 dólares la onza. La subida de los precios de la plata ha hecho que la relación plata-oro se sitúe por debajo de los 80 puntos y alcance su nivel más bajo desde agosto. La plata no ha hecho más que empezar, ganando impulso positivo de forma constante. En estos momentos, el preciado metal blanco se encuentra en zona de sobrecompra.
El objetivo más cercano ahora para la plata es de 33-35 $ por onza. Además, el metal precioso podría subir hasta su máximo histórico de 50 $.
El juego de precios de la plata la hace más atractiva que el oro. En un entorno de inflación elevada, la plata tiende a comportarse mejor. La creciente incertidumbre geopolítica y la renovada presión sobre la producción nacional estadounidense impulsarán los precios al alza y debilitarán el dólar.
La plata está prosperando como metal monetario. Hasta la fecha, todos los metales, incluida la plata, están subiendo gracias al sentimiento de cautela sobre el crecimiento económico mundial. Si se observan los gráficos de las materias primas, se puede ver una tendencia cíclica en los precios: cuando hay una recesión económica, están baratas; cuando la economía se recupera, se encarecen.
Pero conviene señalar que la relación oro/plata no se aleja ni un millón de kilómetros de su media a largo plazo, por lo que la fortaleza de la plata puede significar la fortaleza general del metal precioso.