Ayer el par euro-dólar subió hasta la séptima cifra en un contexto de calendario económico casi vacío, reaccionando a la mejora general del sentimiento de los mercados. El índice del dólar cayó hasta la base de la cifra 105, pero se mantuvo firme y no bajó del objetivo de 105,00. Los compradores del par eur/usd también disminuyeron: durante la sesión asiática del martes, el impulso alcista se desvaneció.
Para invertir la situación, los alcistas del par necesitaban superar el nivel de resistencia principal de 1,0790 (la línea media de las Bandas de Bollinger, que coincide con la línea Kijun-sen en el gráfico diario). Pero el par no logró superar la barrera de precios intermedia en forma de 1,0750 (línea Tenkan-sen en el mismo marco temporal). Esto demuestra que, incluso desde un punto de vista técnico, la situación sigue bajo el control de los osos. El precio aún se encuentra entre las líneas media e inferior del indicador de las Bandas de Bollinger en D1 y por debajo de todas las líneas del indicador Ichimoku, lo que muestra una señal bajista de "desfile de líneas".
Y desde el punto de vista de los "fundamentos" la situación está del lado de los vendedores del par eur/usd. El crecimiento del par se debió al aumento del interés por los activos de riesgo. Además, el mercado empezó a hablar de que es probable que la Reserva Federal reduzca los tipos de interés en septiembre y de nuevo en diciembre. En cuanto a septiembre, podemos estar de acuerdo: en efecto, el mercado prevé casi un 70% de probabilidades de que se produzca tal escenario. Y ello a pesar de que los informes de inflación de junio y julio se publicarán antes de la reunión de septiembre. Si reflejan una aceleración del IPC/PPI, nadie tendrá prisa por relajar la política monetaria.
En cuanto a la segunda relajación prevista este año (suponiendo que se produzca un primer movimiento en septiembre), en general, como se suele decir, "aún no se conoce ni se entiende". ¿De qué segunda ronda podemos hablar ahora, si incluso la primera bajada de los tipos está en duda? Por no hablar del hecho de que las previsiones actualizadas de la Reserva Federal prevén un recorte en 2024.
En otras palabras, la subida de los precios de ayer fue ilógica y, en general, injustificada. Al final de la jornada del lunes, los compradores del par eur/usd disminuyeron, al no haber podido cumplir ni siquiera el programa mínimo. El nivel de resistencia de 1,0750 se mantuvo, y el ánimo general del mercado cambió. Por ejemplo, la bolsa estadounidense cerró ayer mixta: los índices S&P 500 y Nasdaq bajaron, mientras que el Dow Jones subió.
En general, es imposible hablar ahora de un movimiento estable al alza o a la baja, ya que el par eur/usd está a la espera de los acontecimientos clave de esta semana. En particular, el indicador de confianza del consumidor se publicará hoy durante la sesión estadounidense. Pasado mañana conoceremos los datos sobre el crecimiento de la economía estadounidense en el primer trimestre (se publicará la estimación final del indicador) y, por último, el viernes conoceremos el valor de mayo del índice PCE subyacente, el indicador de inflación más importante.
Además, esta semana tres grandes empresas estadounidenses publicarán sus resultados financieros "antes de lo previsto" (la temporada de presentación de informes comienza en unas semanas). Sus informes permitirán evaluar el nivel de gasto de los consumidores en los últimos meses. Se trata de FedEx Corp. (una de las mayores empresas de logística del mundo), Levi Strauss & Co. (uno de los principales fabricantes de vaqueros) y Nike Inc. (uno de los líderes mundiales de productos deportivos).
En previsión de estas publicaciones, el dólar estuvo bajo presión, gracias a lo cual el par eur/usd subió varias decenas de puntos. Pero no hay que fiarse de este crecimiento, ya que en caso de fortalecimiento del billete verde el euro no podrá "levantar el estandarte caído". Los informes macroeconómicos europeos han sido decepcionantes últimamente: la debilidad de los índices PMI, ZEW e IFO aumenta la probabilidad de que el BCE siga recortando los tipos de interés en un futuro próximo, si no en julio, en septiembre.
Además, el euro está sometido a la presión de fondo de los acontecimientos políticos que se desarrollan en Francia. Permítanme recordarles que, tras los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, el presidente francés disolvió el Parlamento y programó nuevas elecciones para los días 30 de junio y 7 de julio. Y a juzgar por los sondeos preliminares, el partido de derechas "Agrupación Nacional" de Marine Le Pen puede obtener la mayoría de escaños en el futuro Parlamento (35-38%). El bloque de partidos de izquierda "Nuevo Frente Popular" puede obtener el 29%, y la alianza centrista del presidente del país, Emmanuel Macron, solo el 21%. Según la ley francesa, el presidente tendrá que elegir un primer ministro entre los líderes del partido ganador. También hay que tener en cuenta que las decisiones clave sobre asuntos de la UE las toma el jefe del Gobierno (los asuntos europeos no tienen que ver con la política exterior, sino con la interior). En este sentido, en la prensa europea crece la preocupación por la posibilidad de que políticos de extrema derecha ganen las elecciones parlamentarias en Francia.
Así pues, todavía no merece la pena confiar en el crecimiento del par eur/usd. Además, los compradores del par no pudieron superar ni siquiera el nivel de resistencia intermedio de 1,0750 (línea Tenkan-sen en el gráfico diario). Si los datos sobre el crecimiento de la confianza de los consumidores en EE.UU. se ponen del lado del billete verde, el par podría volver a la zona de la sexta cifra (el primer objetivo del movimiento hacia el sur es 1,0680, es la línea inferior del indicador de las Bandas de Bollinger en el gráfico de cuatro horas). De lo contrario, el par se mantendrá en el rango de 1,0710-1,0750, con un posible intento de romper el límite superior de este corredor de precios.
