La libra frente al dólar se negocia en un rango de 1,2770-1,2830, rebotando alternativamente de los límites de este corredor. Desde el pasado viernes, cuando se publicaron los decepcionantes datos de empleo de junio (Non-Farm Payrolls), el par ha intentado consolidarse dentro de la figura 28, pero los vendedores contraatacan cada vez, impidiendo una base sólida por encima del nivel de 1,2800.
Las fluctuaciones del par GBP/USD están principalmente determinadas por las fluctuaciones del índice del dólar estadounidense. El billete verde no ha podido definir una dirección clara en el movimiento del precio en medio del discurso contradictorio de Jerome Powell en el Senado, que dejó más preguntas que respuestas. En particular, el presidente de la Fed consideró todas las posibilidades para el desarrollo de los acontecimientos: todo dependerá de la dinámica de la inflación. Según él, el regulador debe asegurarse de que la inflación se está desacelerando de manera sostenible, y no se pueden sacar conclusiones de este tipo solo basándose en los informes de mayo. Con esto, dejó claro que si los datos de inflación de junio (algunos de los cuales se publicarán mañana) y los de julio (que se publicarán en agosto) mantienen una tendencia a la baja, la Reserva Federal procederá a flexibilizar la política monetaria en la reunión de septiembre. En caso contrario, es probable que el regulador mantenga una postura de espera.
Dada esta postura de Jerome Powell, la importancia de los informes de inflación aumenta significativamente, incluidos los que se publicarán mañana y pasado mañana. En particular, el jueves en EE.UU. se publicará el índice de precios al consumidor de junio (se espera una desaceleración del IPC general anual y una estancación del IPC subyacente), y el viernes se publicará el índice de precios al productor (se espera un estancamiento del IPP general y una aceleración del índice subyacente). Si los indicadores se encuentran en la "zona verde", la reducción de las tasas de interés en septiembre volverá a estar en duda. En ese caso, el dólar volverá a fortalecerse, ya que actualmente el mercado estima la probabilidad de una flexibilización de la política monetaria en la reunión de septiembre en un 75%. Un jarro de agua fría en forma de aceleración de la inflación permitirá a los toros del dólar mostrar su fuerza, incluso frente a la libra. Por el contrario, si los informes se encuentran en la "zona roja", se podrá decir con cierta certeza que el regulador estadounidense comenzará a reducir las tasas de interés a principios de otoño. El dólar reaccionará en consecuencia.
Pero no solo los datos estadounidenses marcarán el ritmo de las negociaciones mañana. El jueves también conoceremos datos clave sobre el crecimiento económico del Reino Unido. Los informes publicados fortalecerán o debilitarán la confianza en que el Banco de Inglaterra reducirá las tasas de interés en agosto.
Según las previsiones preliminares, el PIB del Reino Unido en mayo aumentará un 0,2% mensual, después de un crecimiento nulo en el mes anterior. Se espera que la producción industrial aumente un 0,3% mensual (después de una caída del 0,9% en abril) y un 0,5% anual (después de una caída del 0,4%). Se espera que la producción manufacturera también aumente un 0,3% mensual y un 0,7% trimestral. Se espera que la construcción crezca un 0,8% mensual en mayo (valor anterior -1,4%) y un 0,2% anual.
Como vemos, las previsiones preliminares indican una dinámica positiva en los principales indicadores. Si los indicadores salen al menos en el nivel previsto (sin mencionar la "zona verde"), la libra recibirá un apoyo significativo. Actualmente, la probabilidad de una reducción de las tasas por parte del regulador inglés se estima en alrededor del 55-60% (la inflación en el sector servicios es el principal obstáculo para la flexibilización de la política monetaria). Un crecimiento más sólido de la economía británica permitirá a los miembros del Banco de Inglaterra mantener una postura de espera en la próxima reunión, que tendrá lugar el 1 de agosto. Al menos, los defensores del statu quo tendrán más argumentos para defender su opinión. Y aunque el papel decisivo en el destino de la reunión de agosto lo jugará la inflación de junio (cuyo informe está programado para el 17 de junio), los informes de mañana podrían provocar una gran volatilidad en el par GBP/USD, especialmente si "resuenan" con los datos estadounidenses. Es decir, si un crecimiento más sólido de la economía británica coincide con una desaceleración significativa del IPC estadounidense. O viceversa: un informe británico negativo frente a cifras positivas en EE.UU. Esto, por así decirlo, crea un "estado de tormenta perfecta".
Dada esta alta incertidumbre, no tiene sentido hablar ahora sobre la posible dirección del precio. El par está al borde de dos pruebas importantes, cuyos resultados podrían cambiar significativamente el panorama fundamental para el par GBP/USD. Por lo tanto, actualmente es razonable mantener una postura de espera en el par, hasta conocer los resultados del día de mañana. Toda la atención está en la inflación estadounidense y los datos del PIB británico.