Mientras el euro sigue experimentando un potente impulso emocional, según una encuesta a varios economistas, el Banco Central Europeo adoptará un enfoque equilibrado para reducir las tasas de interés, ya que las turbulencias políticas crean una serie de riesgos para el retorno de la inflación al 2%.
Cabe recordar que en junio de este año, el regulador redujo las tasas de interés en un cuarto de punto y prometió que todas las decisiones futuras se tomarían de manera ponderada y muy cautelosa. Se espera que en la próxima reunión, los funcionarios tomen una pausa y que la próxima reducción de las tasas no se produzca antes de septiembre de este año. Posteriormente, la flexibilización de la política se llevará a cabo solo una vez por trimestre, hasta que la tasa de depósitos alcance el 2,5%.
El abandono gradual de la política monetaria ultra estricta refleja la creciente dificultad de evaluar los obstáculos económicos que aguardan a la eurozona en el futuro próximo. A pesar de cierta disminución de los precios, la presión inflacionaria sigue siendo fuerte, y la recuperación económica después de meses de estancamiento puede estar agotándose. Mientras tanto, las elecciones, especialmente al otro lado del Atlántico, obligan a los inversores a replantearse todo, desde el gasto público hasta el comercio y las relaciones exteriores con China.
Los analistas ahora creen que las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre y la amenaza de la reelección de Donald Trump representan el mayor peligro para la economía de la región europea, mientras que los disturbios en Francia ya han recordado la crisis de la deuda soberana en Europa observada en la década pasada. Frente a tal incertidumbre, los funcionarios encabezados por la presidenta Christine Lagarde ya no están tan enfocados en reducir las tasas, prometiendo tomar decisiones a medida que se reciban nuevos datos. El economista jefe Philip Lane dijo la semana pasada que julio es un mes para hacer balance, y que esperar nuevas acciones del Banco Central Europeo sería incorrecto.
También cabe señalar que los mercados son aún más cautelosos que los economistas y solo prevén completamente una reducción de las tasas de depósitos este año. "No hay necesidad de seguir reduciendo las tasas en este momento", opinan en ING. "Por lo tanto, el BCE se adherirá a su enfoque anterior, basado en los datos, y debería abstenerse de proporcionar más directrices".
La próxima reunión de los funcionarios europeos se llevará a cabo en tres días, el 18 de julio. Aunque no se esperan cambios significativos en la política, será un tema de atención para los inversores que intentan comprender mejor el momento de la próxima reducción de tasas. Es probable que Lagarde insinúe otro paso en septiembre, pero no nos adelantemos.
Además de la inflación, muchos funcionarios y economistas están preocupados por el hecho de que el crecimiento económico de la región puede ser más débil que en el primer semestre del año. Muchas empresas del sector servicios informan que los factores de oferta, y no la falta de demanda, les impiden aumentar la producción. También se siente una aguda escasez de mano de obra, lo que solo aumenta la demanda sostenida de servicios.
En cuanto a la situación técnica actual del par EUR/USD, los compradores deben centrarse en alcanzar el nivel de 1.0910. Solo esto permitirá apuntar a la prueba de 1.0940. Desde allí, se puede subir a 1.0960, pero lograrlo sin el apoyo de grandes jugadores será bastante complicado. El objetivo más lejano sería el máximo de 1.0980. En caso de una caída del instrumento de negociación, solo en el área de 1.0885 espero acciones serias por parte de grandes compradores. Si no hay nadie allí, sería bueno esperar la actualización del mínimo de 1.0865 o abrir posiciones largas desde 1.0840.
En cuanto a la situación técnica actual del par GBP/USD, los compradores de la libra deben alcanzar la resistencia más cercana en 1.2985. Solo esto permitirá apuntar a 1.3010, por encima del cual será bastante complicado subir. El objetivo más lejano sería el área de 1.3030, después de lo cual se podría hablar de un salto más pronunciado de la libra hacia 1.3070. En caso de una caída del par, los osos intentarán tomar el control de 1.2960. Si lo logran, la ruptura del rango asestará un golpe serio a las posiciones de los toros y empujará al par GBP/USD al mínimo de 1.2930 con perspectiva de llegar a 1.2900.
