Hoy en día, el precio del oro mantiene un tono sugerido cerca del límite inferior de su rango diario, bajo la presión de una serie de factores.
El dólar estadounidense, ante las expectativas de menos recortes de las tasas de la Fed, ha frenado su retroceso correctivo desde el máximo de casi tres meses alcanzado ayer.
Y en paralelo con el tono positivo del riesgo, estos factores están socavando el ascenso del metal precioso como activo refugio.
No obstante, la nueva caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense mantiene a los toros del dólar alejados de posiciones agresivas. Además, la incertidumbre política en EE.UU. ante las elecciones presidenciales que se celebrarán el 5 de noviembre y una nueva escalada de las tensiones en Oriente Próximo podrían proporcionar cierto apoyo al metal precioso.
En cuanto a las oportunidades de negociación de hoy, los datos macroeconómicos estadounidenses a los que merece la pena prestar atención son los pedidos de bienes duraderos y el índice revisado del sentimiento de los consumidores de la Universidad de Michigan.
Desde un punto de vista técnico, la acción del precio durante la última semana en los gráficos a corto plazo ha formado un patrón bajista de «cabeza y hombros». El soporte del cuello de dicho patrón está fijado en la zona de $2707, que ahora puede actuar como un fuerte soporte. Si se siguen produciendo ventas que lleven a una posterior caída por debajo del nivel redondo de los $2700, se allanará el camino para pérdidas más profundas, arrastrando al precio aún más hacia el soporte de los $2685. La caída podría continuar hacia la zona de los $2662.
Por otro lado, la zona de los $2740 se ha convertido en una fuerte barrera inmediata. Si se mantiene la fortaleza más allá de esta zona, se anularía el patrón de cabeza y hombros, lo que permitiría al metal precioso probar el máximo histórico de la zona de los $2758 alcanzado a principios de esta semana. Un movimiento subsiguiente hacia el norte impulsaría al par XAU/USD al alza, camino de los $2800.