La inflación estadounidense continúa dominando los titulares. Sin embargo, la mayoría de los rusos no ven ninguna catástrofe en la subida de precios del 8,6%. En comparación con la tasa de inflación oficial rusa, no hay nada de malo en eso. Mientras tanto, en EE.UU., es un problema real que recibió el nombre de “aumento de precios de Putin”.
La tasa de inflación de EE.UU. volvió a acaparar los titulares tras la publicación del informe de mayo, que reveló una aceleración hasta el 8,6%. Este es el nivel más alto visto por última vez en el siglo anterior. La inflación logró romper el récord registrado en 1981, según los datos proporcionados por la Oficina de Estadísticas Laborales. En mayo, los precios al consumidor ajustados estacionalmente agregaron 1% luego de un aumento de 0.3% en abril. El aumento de la inflación ha afectado principalmente a sectores como el inmobiliario, el transporte y la alimentación. En particular, los precios de la energía se han disparado un 34,6% en 2022, mostrando el crecimiento anual más rápido desde 2005.
La administración de Joe Biden ha delegado la responsabilidad, diciendo que es “la consecuencia del aumento de precios de Putin” causada por el conflicto en Ucrania. Mientras tanto, el presidente Putin considera que el alza en los precios al consumidor de EE.UU. podría explicarse por acciones imprudentes de las autoridades del país.
