Al coro de analistas que pronostican una recesión en Estados Unidos se han unido nuevos solistas. Si bien el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue la primera voz en este sentido, ahora el jefe de Tesla y SpaceX, Elon Musk, y el economista estadounidense y profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, "cantan junto a él".
Los expertos de Goldman Sachs fueron los primeros en dar la voz de alarma, luego D. Trump se involucró en el proceso, y ahora E. Musk ha dicho que es inevitable que se produzca una recesión en la economía de Estados Unidos. "Es más probable que se produzca una recesión en un futuro próximo que no", dijo. Diferentes versiones sitúan la probabilidad de recesión durante 2023 entre el 20% y el 30%, con una probabilidad combinada del 48% en los próximos dos años. Los analistas señalan la inevitable reacción de la Fed ante la elevada inflación y las expectativas de inflación si los precios de la energía siguen subiendo y la actividad de los consumidores disminuye considerablemente.
Н. Roubini afirmó que "podría producirse una recesión en el país a finales del presente año". El profesor Roubini basa sus conclusiones en los datos sobre la confianza de los consumidores, las ventas al por menor, la actividad industrial y la vivienda, que están disminuyendo en un contexto de alta inflación.
Un opositor a esta visión pesimista del futuro es el presidente de EE.UU., Joe Biden, que se negó a considerar inevitable una recesión en EE.UU. en medio de tasas de inflación récord. Según él, "los estadounidenses han estado muy deprimidos durante los dos últimos años, en los que han tenido que soportar una pandemia de coronavirus, la inestabilidad económica y la subida de los precios de la gasolina".
