En recientes conversaciones de alto nivel con la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, el Viceprimer Ministro de China, He Lifeng, expresó su preocupación por la creciente presión que Estados Unidos estaba ejerciendo sobre las empresas chinas. Una declaración en el sitio web del Consejo de Estado de China indicó la aprensión de Beijing con respecto a las restricciones a la inversión bilateral de Estados Unidos, incluidos controles de exportación, sanciones, aranceles adicionales y lo que China describe como la "represión de las empresas chinas" por parte de las autoridades estadounidenses. A pesar de estos problemas, ambas naciones expresaron un compromiso compartido de mantenerse alejados de la confrontación económica. Están interesados en cultivar "relaciones económicas sanas" para establecer un entorno competitivo justo, con el objetivo mutuo de mejorar el bienestar de ambos países. En esta delicada danza diplomática, las ambiciones de liderazgo y dominio sin control podrían plantear desafíos importantes para fomentar una asociación productiva. El camino a seguir requiere sortear estas complejidades centrándose en los beneficios mutuos y la estabilidad económica global. Anteriormente, Janet Yellen había advertido a China sobre posibles sanciones por ayudar a Rusia en su conflicto militar. Esta advertencia se dirige particularmente a las empresas privadas chinas involucradas en el suministro de equipo militar vital a Rusia.