Las acciones tuvieron un comienzo sólido el viernes, pero a mediados de la sesión se produjo una caída significativa. Los principales índices, como el Nasdaq, cargado de tecnología, retrocedieron significativamente desde sus máximos iniciales.
Más adelante en la sesión, fracasó el intento de recuperación, lo que llevó a los principales índices a terminar el día en terreno significativamente negativo. El Nasdaq perdió 188,26 puntos, o un 1,2%, y cerró en 16.085,11 puntos; el S&P 500 cayó 33,67 puntos, o un 0,7%, hasta 5.123,69 puntos; y el Dow retrocedió 68,66 puntos, o un 0,2%, hasta 38.722,69 puntos.
Los principales índices bajaron en la semana: el Nasdaq, un 1,2%; el Dow, un 0,9%; y el S&P 500, un 0,3%.
El optimismo inicial en Wall Street surgió del informe mensual de empleo del Departamento de Trabajo, muy observado, que fomentó un sentimiento positivo sobre el futuro de los tipos de interés. Sin embargo, a pesar de que el crecimiento del empleo fue mayor de lo esperado en febrero, el informe reveló importantes revisiones a la baja del crecimiento del empleo en los dos meses anteriores.
El Departamento de Trabajo informó de un aumento de 275.000 puestos de trabajo en el empleo no agrícola en febrero, superando la proyección de los economistas de un aumento de 200.000 puestos de trabajo. Sin embargo, la expansión del empleo en diciembre y enero se revisó a la baja, a 290.000 y 229.000 empleos respectivamente. Esto supuso una revisión neta a la baja de 167.000 puestos de trabajo.
La tasa de desempleo subió al 3,9% en febrero, desde el 3,7% anterior en enero, en contra de las previsiones de los economistas de que no habría cambios. Las revisiones a la baja, la inesperada subida de las tasas de desempleo y la ralentización de la tasa de crecimiento anual de los salarios avivan el optimismo sobre la posibilidad de que la Reserva Federal comience a bajar los tipos de interés en junio.
Sin embargo, el interés comprador fue algo moderado, ya que los operadores se mostraron indecisos a la hora de seguir comprando valores antes de la publicación de los datos críticos sobre la inflación, prevista para la próxima semana.
La pronunciada caída del mercado reflejó en parte la recogida de beneficios, ya que el Nasdaq y el S&P 500 sufrieron presiones tras alcanzar nuevos máximos históricos intradía.
Los valores de semiconductores, encabezados por Nvidia (NVDA) con una caída del 5,6% en el día, también contribuyeron al retroceso tras haber liderado la subida de los mercados el jueves.
La presión también fue notable en los valores minoristas, de aerolíneas, de equipos informáticos y de redes. Mientras tanto, los valores inmobiliarios comerciales siguieron mostrando fortaleza.
En las operaciones internacionales, la mayoría de los valores de la región Asia-Pacífico mostraron una tendencia positiva el viernes. El índice Nikkei 225 de Japón subió un 0,2%, el Shanghai Composite de China un 0,6% y el Kospi de Corea del Sur un 1,2%. Sin embargo, los mercados europeos presentaron resultados dispares.
En el mercado de renta fija, los bonos del Tesoro tuvieron un rendimiento mediocre durante la mayor parte de la sesión y cerraron prácticamente planos.
De cara al futuro, se espera que los operadores se centren en los datos sobre la inflación de los precios al consumo y al productor, además de considerar los informes sobre las ventas minoristas, la producción industrial y la confianza de los consumidores.